La agricultura generó 1.248.638 contratos durante el primer semestre de 2022, de los cuales el 74,2% corresponden a contratos de duración determinada (926.790) y el 25,8% a indefinidos (321.848), según datos de Randstad.

El volumen de este año es el 14,5% inferior al de los seis primeros meses de 2021, aunque los contratos indefinidos se dispararon en el actual, multiplicándose aproximadamente por cinco (+410,7%).

El estudio indica que tras revisar la serie histórica de los últimos diez años se observa que la reducción del volumen total de firmas con respecto al semestre de 2021 es una tendencia habitual en el sector agro.

Después de que en los años 2012 y 2013 el indicador se mantuviera apenas por encima de las 840.000 rúbricas, el volumen superó los 1,2 millones en el 2014, los 1,5 en 2017, y el 1,6 en 2019.

Con la irrupción de la pandemia, el número de contratos osciló entre los 1,4 millones de contratos en los dos últimos años, para caer esta las 1.248.638 firmas actuales, consigna el documento.

ANDALUCÍA ENCABEZA LAS CONTRATACIONES

Por comunidades autónomas, Andalucía es, con diferencia, la región con un mayor volumen de contratación en agricultura, con 666.309 firmas, lo que supone el 53,4% del total que se firmaron en todo el país durante el primer semestre.

Siguen a continuación la Región de Murcia (198.263), Extremadura (95.550), la Comunidad Valenciana (89.501) y Castilla-La Mancha (62.895), Cataluña (29.494), Aragón (28.256), Castilla y León (19.772), La Rioja (12.854) y Galicia (12.716).

Por debajo de las 10.000 firmas se encuentran Navarra (9.488), Canarias (7.766), Euskadi (5.961), la Comunidad de Madrid (4.752), Baleares (1.961), Asturias (1.625) y Cantabria (1.157).

Teniendo en cuenta el sexo y la edad de los firmantes de contratos en la agricultura, los hombres suponen el 73% de las firmas registradas durante el periodo analizado y las mujeres el 27%.

En cuanto a la edad, cerca de la mitad (49,1%) tienen entre 25 y 45 años, en tanto que el otro segmento más numeroso es el de los mayores de 45 años (36,8%), seguido por el de los menores de 25 (14,1%).

Hace unos días, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos alertaba del peligro que corre el relevo generacional en el campo español tras constatar que en sólo cuatro años el número de jóvenes agricultores ha disminuido en 12.000: mientras que en 2016 se contabilizaban 65.419 beneficiarios de ayudas directas por debajo de los 40 años, datos de 2020 apuntan a que esta cifra apenas alcanza los 52.797.