La compañía de delivery Stuart elevó sus pérdidas en 2021 hasta los 5,8 millones de euros, más del doble que los números rojos que registró en el anterior año contable, según sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil que recoge Cinco Días.

Detrás de estas cifras se encuentra la fuerte subida que la compañía ha tenido en sus gastos de personal, que se han visto influidos por la entrada en vigor, en agosto del año pasado, de la Ley Rider, que fijó que los repartidores de este tipo de plataformas deben ser trabajadores asalariados, y no autónomos. Además, Stuart viene incrementando en los últimos tiempos su plantilla, sobre todo en perfiles tecnológicos.

En concreto, el número medio de empleados con contrato fijo durante el pasado año fue de 273, frente a los 189 que contabilizó en 2020, el 44% más. Los gastos de personal pasaron de los 8,4 millones de 2020 a 14,6, lo que supone un incremento del 76%, y que representó el 66% de la cifra de negocios de la compañía.

De cara a 2022, según explicó la propia compañía a principios de año, la expectativa era la de incrementar su personal en otro 40%, aunque también esperaba incrementar su volumen de negocio, doblando el número de pedidos realizados.