La antigua Pescanova regresará a la Bolsa este miércoles, 7 de junio, tras más de cuatro años sin cotizar. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido levantar la suspensión cautelar, acordada el pasado 12 de marzo de 2013, tras detectarse discrepancias entre su contabilidad y las cifras de deuda bancaria que podían ser "significativas".
La firma, que cuenta con el 1,6% de Nueva Pescanova, está valorada a precios de mercado en cerca de 900.000 euros en la actualidad, una cifra muy alejada de los 170 millones de euros que costaba en el momento de su suspensión en Bolsa, informa Europa Press.
En virtud de las últimas transacciones, las acciones de la compañía tienen fijado un precio de 0,03 euros por título, según la valoración presentada a la CNMV. A este precio, los 28,7 millones de acciones que componen en la actualidad el capital social de la sociedad presentan un valor global de 862.131,54 euros que se sitúa muy por debajo de la capitalización que tenía la compañía en el momento de la suspensión de su cotización en 2013, cuando alcanzaba los 169,79 millones de euros.
“Pescanova S.A. ha sido objeto de un proceso concursal complejo y prolongado en el tiempo que ha dado lugar a una transformación profunda de las características y dimensión de la sociedad”, recuerda la CNMV que recomienda, “a efectos de formarse una opinión adecuada acerca de la situación real” que se lea “detenidamente” toda la información incorporada en los registros de la Comisión, en especial todos los riesgos contenidos en el hecho relevante del pasado 1 de junio.
En este sentido, apunta el riesgo de incumplimiento del contrato de medidas de apoyo por parte de Nueva Pescanova; riesgo de dependencia de los ingresos estimados para los próximos ejercicios en los contratos de apoyo financiero suscritos por la pesquera y en su política de dividendos y riesgo de incumplimiento del convenio de acreedores por parte de Nueva Pescanova, lo que llevaría a la liquidación de la sociedad y, en consecuencia, de la antigua Pescanova.
A ello se suma el riesgo derivado de demandas y litigios actuales, que podrían obligar a la sociedad a realizar desembolsos significativos no previstos y el riesgo de volatilidad de la cotización y venta masiva de acciones en su vuelta a la cotización.
