El delivery de restauración ha crecido con rapidez en los últimos años, pero "su ritmo de expansión se está desacelerando", advierte Vicente Montesinos, socio senior de Ameba Research durante su exposición en Hip. Hoy la gran tendencia en delivery es la entrega a domicilio de la compra del supermercado, que crece a mayor ritmo que el delivery de hostelería, según un estudio de McKinsey para Estados Unidos citado por Montesinos.

"Para que nos hagamos una idea, hoy se trabaja mejor el delivery de pizza congelada que el de pizza caliente". Así lo sugiere también Sacha Michaud, cofundador de Glovo, que define su compañía como una "plataforma multicategoría" en la que cada vez tienen más espacio el retail, la parafarmacia y otros.

La hostelería en la coyuntura inflacionaria

Una vez pasado el boom post-Covid, el sector hostelero se enfrenta ahora a las nuevas estrategias de los consumidores para evitar el impacto de la inflación en sus bolsillos.

Esto explica que el ticket medio se haya incrementado sólo el 11%, muy por debajo del incremento de precios medio que los hosteleros han aplicado a sus servicios. Dicho en otras palabras: "el consumidor sólo ha comprado la mitad de la subida de precios propuesta por el sector", explica el socio de Ameba Research.

Además, el incremento de precios ha sido en buena medida absorbido por el incremento en el coste de personal, energía, alquileres y financiación".

La concentración del mercado, una tendencia al alza

"La restauración organizada está ganando cuota de mercado frente a la independiente", apunta Montesinos. Esto se debe a que las grandes cadenas tienen mayor capacidad para abrir nuevos locales, mejor acceso a financiación y, por tanto, a implementar mejoras e inversiones en digitalización.

"Los agregadores de delivery aparecieron como una promesa de democratización, pero lo cierto es que desde la aparición de Glovo están contribuyendo a la concentración del mercado", subraya Montesinos.

La cocina tradicional, ¿en peligro de extinción?

Las nuevas generaciones, como los millennials y la generación Z, no tienen la misma cultura de cocinar que sus padres. El tiempo dedicado a cocinar se ha reducido drásticamente y los apartamentos de nueva construcción cada vez dedican menos espacio a la cocina.

El tiempo medio dedicado a cocinar se ha reducido en Estados Unidos de 52 minutos a 23, señala Montesinos, y en estos 23 minutos "está incluido calentar la comida con el microondas".