A partir del 13 de diciembre las empresas que aún no lo hayan hecho tendrán que adaptar el etiquetado de sus productos alimentarios a la nueva norma europea establecida por un Reglamento que ya entró en vigor en septiembre de 2011. Este nuevo etiquetado puede suponer un problema para los consumidores hasta que se adapten a él, ya que en algunos casos conlleva información nueva y, en otros, nuevas formas de expresarla.

Por ello, distintas patronales como la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (Aces), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), y la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), han presentado una guía que explica cómo es esta nueva información que se facilitará al consumidor.

Durante la presentación de la guía Fiab, Aces, Anged y Asedas han agradecido a través de sus directores generales “el respaldo que las administraciones españolas han dado desde el año 2007 a la implantación de este nuevo sistema de etiquetado” que tanto venían solicitando los operadores.

En la presentación, Ángela López de Sá, directora General de la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aecosan) ha destacado “la importancia y utilidad de esta guía tanto para los operadores como para la Administración encargada del control y los propios consumidores”. Ha afirmado que se trata de "una herramienta útil que, además de abordar los aspectos básicos del Reglamento, precisa aquellas cuestiones de interpretación que podían no estar claras en éste".

Entre los objetivos principales que han llevado a actualizar la norma están, según Almudena Rollán Gordo, jefa de servicio de Aecosan, “proteger la salud y los intereses del comsumidor”, así como, “la protección de las diferentes industrias implicadas”. El subdirector general de coordinación, calidad y cooperación en consumo de Aecosan, Carlos Arnaiz, ha hablado también de “la necesidad que tienen los consumidores de tener toda la información, pero de manera simple”.

Precisamente que la nueva regulación sea entendible por parte de los consumidores es una de las principales preocupaciones de los operadores alimentarios que han puesto en marcha esta guía “aunque el período de adaptación va a ser complicado”, según señaló Teresa Calvo Sanz, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.