Los canales alternativos al supermercado e hipermercado están ganando peso en los últimos meses y es la generación millennial la que, en mayor medida, acude a otros establecimientos o fórmulas para realizar sus compras.

Así lo confirma el estudio Canales Alternativos de Venta, elaborado por la plataforma de estudios del comprador Aecoc Shopper View, que resalta además que este target "está dinamizando la compra en innovación".

El informe analiza los siete establecimientos alternativos al súper e híper para hacer la compra de alimentación o droguería: mercadillos, gasolineras, tiendas de precio fijo, tiendas regentadas por extranjeros, cash familiar, clubs de compra y canal online.

Estos canales van adquiriendo mayor dimensión y representan en España más de 21.500 establecimientos, además del canal online que supone un 0,7% de cuota (en valor) del mercado. Un número que ya está por encima de los establecimientos habituales (supermercado e hipermercado), que suman cerca de 19.000 locales, según datos de Nielsen.

Por su parte, la frecuencia de compra es cercana a una vez a la semana, aunque los cash familiares y las tiendas tradicionales de extranjeros superan este dato. Por categorías de producto, el cash familiar y el club de compra son los establecimientos en los que se adquiere más diversidad de productos, aunque los frescos siguen generando un freno en la compra general, indica el estudio.

Las categorías de consumo inmediato (snacks, frutos secos y refrescos) son las que más se adquieren en las tiendas tradicionales regentadas por extranjeros y gasolineras. Mientras que agua, cervezas o droguería se suelen comprar más habitualmente en los cash familiares y los clubs de compra.

Los mercadillos destacan por la compra de frescos, muy por encima de los otros canales de venta alternativos, mientras que los productos de cuidado personal y droguería y perfumería se adquieren en mayor medida en las tiendas de precio fijo y sobre todo en el canal online.

Aunque, por lo general, la compra en estos canales alternativos es más solitaria (salvo mercadillos y clubs de compra) y hay un nivel más bajo de planificación, el consumidor tiene claro qué productos quiere comprar en ellos. En suma, los compradores parecen estar cada vez más abiertos a probar nuevas ofertas comerciales que satisfagan su experiencia de compra cubriendo diferentes necesidades como precio, surtido, proximidad o curiosidad, entre otras.