La cadena británica Tesco sigue recortando los precios de muchos de sus productos con el fin de paliar los efectos de la inflación en los consumidores. Si hace algunas semanas bajaba el precio de 50 referencias, ahora, la enseña anuncia la congelación de 1.000 precios más de aquí a las fiestas de Navidad, informa The Grocer.

Este medio señala que, sin duda, es otra táctica de la compañía, dispuesta a presentar batalla a las medidas de su competidor Aldi, que recientemente ha revelado que sus ventas se han incrementado en el Reino Unido en casi 2.000 millones de libras (unos 2.303 millones de euros).

Tesco resaltaba a finales de agosto su compromiso de trasladar los ahorros a los clientes "siempre que sea posible" y recordaba que, en junio, ya realizó recortes en 500 gamas de producto que se han ampliado con otras bajadas de precio en cientos de artículos en las últimas semanas, entre ellos leche, pasta o aceite.

Tal y como os informamos, la enseña realizó cambios significativos en sus tiendas Express recientemente al reemplazar más de 50 productos básicos de uso diario por alternativas más económicas, muchas de su gama de marca propia, de media, el 40% más baratas que los productos que sustituyen.

El pasado mes de julio, la cadena empezó a presionar a sus proveedores para que disminuyeran sus precios, una petición que llegaba tras el anuncio del Ejecutivo del país de que "vigilaría de cerca" a los distribuidores alimentarios para garantizar que trasladasen el descenso de los precios a los consumidores.

GRANDES CARTELES AMARILLOS

Para informar a los clientes de la bajada de precios y ayudarles a encontrar las ofertas, la enseña incorporó este verano grandes carteles amarillos en 300 tiendas del Reino Unido, una medida que, además, pretende reducir el desperdicio.
 
Los descuentos se aplican a una amplia gama de productos frescos como ensaladas, carne, pan y dulces que están cerca de su fecha de caducidad así como también productos comestibles y no alimentarios descatalogados.