El 79% de los consumidores confía en los alimentos funcionales. Así queda de manifiesto en una encuesta elaborada por el Centro de Investigación Aplicada Tecnalia, que analiza la percepción de empresas y usuarios en lo que al consumo de estos alimentos se refiere. Esta compañía trabaja en el desarrollo de este tipo de productos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas, en particular en el ámbito del envejecimiento.

El estudio revela que el perfil del consumidor de alimentos funcionales es el de una mujer preocupada por su salud y por la prevención de enfermedades ligadas a la obesidad y que consume productos de este tipo de forma regular, sobre todo lácteos.

Junto a los lácteos, los alimentos funcionales más consumidos son los de panadería, galletas, cereales y refrescos. Casi el 80% de encuestados declara consumir estos productos regularmente, frente al 21% que lo hace de forma esporádica. El 47% de las respuestas de las personas que los consumen a diario (69%) hacen referencia a los lácteos, seguido por cereales y complementos nutricionales (17%).

La preocupación por mejorar y mantener la salud y su bienestar encabeza los motivos que inducen a este consumo en el 50% de los casos. Le sigue, con el 36% de respuestas, la prevención o cura de enfermedades.