Desde la fundación de Pagos de Araiz (de Bodegas Masaveu) en el año 2000, la elaboración de la bodega bajo la Denominación de Origen Navarra ha estado enfocada en vinos tintos y en un rosado 100% garnacha. Ahora, bajo la tutela de su enólogo y director técnico de la bodega, Juan Glaría, se lanza al mercado el primer blanco de la gama Blaneo: 100% Chardonnay 2017.

El viñedo del que procede esta variedad es conocido como chardonnay chamaco. Se trata de un viñedo de producción muy limitada por ser un terreno pobre en pendiente. Esto le confiere una concentración particular a esta uva en aromas, volumen y golosidad.

El origen de Blaneo pare de las palabras blanco, negro y nuevo: Neo indicaba novedad, Blanco indicaba claridad y Negro, tinto. Se trataba de un vino tinto, nueva apuesta de la bodega con una concepción clara, un monovarietal, un vino contundente y rotundo fácil de entender por su concepción monovarietal. Siempre se han elaborado en aquellas añadas que el enólogo considera de excepcional calidad. En la actualidad existe un Blaneo 100% Syrah y ahora se amplía la gama con el Chardonnay.

La cosecha 2017 vino marcada por un adelanto en la brotación por los calores del inicio de primavera. Este adelanto se ha mantenido durante todo el ciclo vegetativo hasta la maduración, lo que provocó una precoz cosecha de unos 15 días respecto a la media. También es destacable en esta añada la influencia de heladas tardías en primavera, que no han afectado a nuestra finca de Pagos de Araiz pero que han marcado la añada.

La elaboración de los vinos Blaneo se realiza de una forma exclusiva en Pagos de Araiz, separada del resto de las elaboraciones y con cuidados exclusivos para mantener los altos niveles de calidad y exclusividad de estas variedades destinadas a ser la gama de mayor prestigio de la bodega.

Desde los inicios de Pagos de Aráiz en el año 2000, germinó un proyecto fresco, atrevido, en la tradicional D.O. Navarra. Esta apuesta comenzó con la construcción de una bodega absolutamente vanguardista de 14.000 m2 situada a las afueras de la villa medieval Olite. En los tres años siguientes, se plantaron sus propios viñedos alrededor de las instalaciones. La innovadora forma de gestión y una amplia oferta enoturística, conecta en Pagos de Aráiz al peso histórico, natural y vitivinícola del entorno con el arte y la gastronomía. Es el marco ideal de un futuro brillante y prometedor, vinculado a los valores de Navarra, territorio vitivinícola al tiempo clásico y emergente.