Capsa Food ha cerrado sus cuentas de 2016, las cuales no han estado nada mal teniendo en cuenta la crisis que durante el año pasado afectó al sector lácteo, afectado por el final de las cuotas lácteas, la caída del consumo y los precios bajos en el mercado.

Así, la compañía dueña de Central Lechera Asturiana cerró el año con una cifra de negocio de 645 millones de euros, un Ebitda de 35 millones de euros (+9% respecto a 2015) y un resultado neto antes de impuestos de 17,6 millones de euros (+22%). Los beneficios netos consolidados después de impuestos ascienden a los 13,6 millones de euros, un 29,5% más que en 2015.

El ejercicio 2016 se cierra con un volumen de compra de leche cercano a los 900 millones de litros.

Mientras, el volumen de ventas de las primeras marcas crece un 4% por encima de 2015 como consecuencia del buen comportamiento de éstas tanto en el mercado de Gran Consumo como en el de Food Service, donde aumenta su liderazgo.

Otro aspecto destacable es el impulso de la exportación, uno de los pilares estratégicos del Plan Estratégico 2015-2017 de la compañía. Actualmente, Capsa Food tiene presencia en más de 40 países con volumen de ventas de 90 millones de kilos/litros, lo que supone un 10% del volumen total de ventas de la empresa.