La Guardia Civil y el Servicio de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía han intervenido más de una tonelada de mejillones extraídos de forma ilegal en una piscifactoría clausurada en Salobreña (Granada).
Según ha informado el Instituto Armado, los responsables carecían del permiso necesario para la extracción de mejillones y debían desmantelar la explotación acuífera, que estaba clausurada, pero aprovecharon la infraestructura para seguir extrayendo de manera ilegal los bivalvos durante todo el verano -en connivencia con los responsables de la antigua explotación-, que presuntamente acababan en el mercado negro sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad.
La Guardia Civil desplegó un dispositivo en el que participaron agentes del Servicio Marítimo y del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Motril junto con inspectores de la Junta de Andalucía, y consiguieron sorprender a los tripulantes del barco, que estaban extrayendo una tonelada de mejillones repartidos en 98 sacas, los cuales estaban vivos por lo que fueron devueltos al mar.
La empresa naviera, el representante de la piscifactoría y los tres trabajadores sorprendidos en el barco extrayendo los mejillones han sido denunciados por una infracción muy grave al ejercer faenas de pesca profesional sin estar incluidos en los censos establecidos reglamentariamente, además de por tenencia, retención a bordo, transbordo o desembarco de invertebrados marinos procedentes de zonas de producción cerradas por motivos higiénicos sanitarios.
Por otra parte, se ha comunicado a las autoridades sanitarias que se sospecha que los denunciados han podido suministrar mejillones sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad obligatorios.
