El año 2018 no ha sido bueno para las exportaciones españolas de la industria de alimentación y bebidas. A pesar de que el sector ha superado los 30.000 millones de euros de ventas al exterior, no ha habido crecimiento por primera vez en los últimos ocho años, según indica la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) apuntando a la inestabilidad de los mercados internacionales como el Brexit, las "guerras comerciales" o "la debilidad de la demanda interna en países como Francia, Italia o Países Bajos".

Así lo ha afirmado el director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo, durante la presentación de resultados entre los que se ha expuesto también que la industria cuenta con un saldo comercial positivo de 8.025 millones de euros, un 2,1% menos, frente a los 8.200 millones de euros del ejercicio anterior, pero que le permite acumular 11 años de superávit en la balanza comercial.

España supera a Italia y se sitúa en la cuarta posición en el ranking exportador en la UE, a pesar de que 1.000 empresas hayan abandonado este año la "aventura exportadora", sobre todo pymes.

UE, PRIMER SOCIO COMERCIAL

Por mercados, la Unión Europea (UE) es el primer socio comercial de los alimentos y bebidas españoles a los que se destinan casi dos tercios del total de las exportaciones, recoge Europa Press. Francia se sitúa a la cabeza con un valor de 4.783 millones de euros en exportaciones, seguido por Italia (3.642 millones de euros), Portugal (3.413 millones de euros), Reino Unido (2.037 millones de euros) y Alemania (1.857 millones de euros).

Fuera de la UE, Estados Unidos se mantiene como primer destino extracomunitario, con un valor de 1.728 millones de euros, seguido por China con más de 1.067 millones de euros exportados, junto a Países Bajos (905 millones de euros), Japón (848 millones de euros) y Bélgica (654 millones de euros), mientras que Filipinas sube ocho plazas y se sitúa entre los 20 principales de destino.

García de Quevedo ha explicado que productos como los derivados del cerdo y aceite de oliva han sufrido caídas este año mientras que las conservas vegetales ha registrado un "gran crecimiento" y las aceitunas, debido al impacto de los aranceles de Estados Unidos, han decrecido un 4%.

MOTIVOS PARA SER "PRECAVIDOS" EN 2019

El director general de Fiab ha revelado la preocupación del sector por el Brexit, aunque las exportaciones a Reino Unido crecieron en 2018 y en el primer trimestre del año ha registrado también incrementos. "La incertidumbre es tal que las empresas tienen preparados sus planes de contingencia, pero es difícil hacer un plan cuando no sabes qué va a pasar", ha precisado.

Por otro lado, la producción de la industria de alimentación y bebidas se situó en los 116.890 millones de euros en 2018, lo que supone un 0,1% más respecto al año precedente. La actividad del sector supone el 3% PIB nacional y representa el 16% del conjunto de la industria española. Asimismo, ha ampliado su valor añadido bruto un 3,4% más que en el ejercicio anterior hasta alcanzar los 30.847 millones de euros.

De cara a 2019, García de Quevedo ha asegurado que existen motivos para "ser precavidos" dado que Estados Unidos sigue con su política arancelaria, falta por saber cómo será el Brexit o la ralentización de los tratados de libre comercio.

Respecto al consumo, en 2018 el gasto en alimentación superó de nuevo los 100.000 millones de euros, correspondiendo el 65,8% al consumo dentro del hogar. El sector se confirma, además, como un generador de empleo, encadenando cinco años de crecimiento con un incremento del 3% en 2018.

UNIDAD DE MERCADO

Asimismo, en el marco de esta presentación, la industria alimentaria ha pedido al próximo Gobierno defender la unidad de mercado para garantizar la competitividad del sector, que trabaje para lograr una política armonizada y un equilibrio fiscal.

García de Quevedo ha advertido así de una posible "ralentización en el consumo" en España en función de las medidas que pueda poner en práctica el Gobierno que salga de las urnas. "Si hay un incremento fiscal, ya hemos visto que eso es un problema para el consumo interno, pero habrá que esperar para ver qué medidas se ponen en marcha en los próximos meses", ha indicado.

Además, esta industria reclama una "apuesta decidida por una comunicación activa" que impulse el reconocimiento de la industria y sus productos, transitar hacia una economía circular y sostenible, que promueva la competitividad industrial y el equilibrio fiscal y que impulse la internacionalización, la innovación y la digitalización del sector.