Fabricantes | Fallece José López Vargas, exvicepresidente mundial de Operaciones de Nestlé

El también patrono de la Fundación San Telmo "era un defensor de la empresa como organización que aportaba a la sociedad progreso, pero exigía también que cumpliera las leyes y creara valor compartido", según destaca el presidente de esta institución.

José López Vargas, patrono de la Fundación San Telmo y exvicepresidente de Nestlé
José López Vargas, patrono de la Fundación San Telmo y exvicepresidente de Nestlé

La Fundación San Telmo ha comunicado el fallecimiento de su patrono, José López Vargas, quien fuera también exvicepresidente mundial de Operaciones de Nestlé, responsable de fabricación en un total de 440 fábricas en 86 países.

López Vargas era miembro también del Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge, ejecutivo residente en IMD en Lausana, miembro del Consejo Asesor de creación de valor compartido de Nestlé y miembro de distintos Consejos de Administración.

Así lo recuerda el presidente ejecutivo de la Fundación San Telmo, Antonio García de Castro, en unas palabras de recuerdo que ha transmitido a los alumnos de esta institución.

En ellas, recuerda que José López Vargas era hijo de inmigrantes sevillanos que llegaron a Suiza cuando él tenía 8 años. Ingeniero de profesión, empezó en la fábrica de Nestlé en Gerona, pasando por diversas posiciones en países como Estados Unidos, Francia, Australia, Japón, Malasia, Singapur y, nuevamente Jefe de Mercado en Japón hasta 2007. Ese año le llamó el entonces CEO de Nestlé, Peter Brabeck-Lemathe para encargarle las operaciones de la multinacional con más de 500 fábricas repartidas por todo el mundo y hacerle responsable de Globe, que era el sistema de información integrado de Nestlé.

"Recordaba con satisfacción su etapa como Jefe de Mercado de Japón, destacando la lealtad de las personas en aquel país, el alto nivel de respeto y educación y el enfoque en la productividad de los recursos como una obligación moral", señala García de Castro.

El presidente de la Fundación San Telmo recuerda la vinculación del fallecido con esta entidad: "Recibimos una llamada de su secretaria y nos convocaron a un almuerzo en las instalaciones de Nestlé en el mes de marzo. Fue en la planta sexta donde están los despachos de los Directores Generales con unas vistas magníficas sobre el lago Lehman. Uno de ellos, accedió a nuestra petición y escribimos nuestros primeros dos casos sobre Nestlé en 2009. Este fue el primer gran regalo de José a San Telmo. Desde entonces hemos escrito más de 14 casos, algunos de ellos directamente con él. José era muy respetado por todos los miembros del Comité Ejecutivo mundial y le reconocían su gran profesionalidad. Lideró uno de los proyectos más importantes de Nestlé en los últimos años, Nestlé Continious Excellence, que sólo en la primera fase aportó a los resultados de Nestlé más de 1.500 millones de francos suizos", explica.

Deleitar a los consumidores, máxima calidad de los productos, ser competitivos, cumplir las normas y respetar a las personas eran algunos de los valores de Nestlé que compartía José López Vargas

"En el primer caso que escribimos descubrimos los valores de Nestlé y los principios de liderazgo de la multinacional. José los defendía por encima de todo y tenemos muchos ejemplos prácticos en los que demostraba que se identificaba con ellos. Deleitar a los consumidores, máxima calidad de los productos, ser competitivos, cumplir las normas y respetar a las personas eran algunos de ellos. Era un lujo oírle en las aulas de San Telmo y cómo los transmitía con pasión a los participantes. Sostenía con total convicción que el nivel de calidad de los productos fabricados tenía que ser del 100% (no el 95, ni tampoco el 99%)", continúa.

"Cumplía con gusto la costumbre de Nestlé de que sus altos directivos debían colaborar con instituciones sociales, regalando parte de su tiempo como ayuda desinteresada. Su disponibilidad a cualquier petición nuestra era total y ha participado en muchos Programas de San Telmo en las sedes de Sevilla y Málaga, incluso en Mérida. Recuerdo su memorable sesión en el seminario internacional celebrado en Málaga con participantes del Consejo Asesor Internacional de Política de Empresa procedentes de los cinco continentes en octubre del 2018. También ha participado en seminarios en Suiza, Moscú, Milán y Dublín. No pudo participar en Miami ya que había estado recientemente visitando fábricas de Nestlé en Irán y la administración Trump le negó la entrada", detalla.

"Se conectó online desde Vevey y la experiencia fue tan buena que repetimos otra videoconferencia en un seminario en Bogotá con empresarios brasileños. José era un maestro en el aula y ya destacaba en los programas de Nestlé en su centro de formación de Rive Reine como uno de los mejores profesores. Recuerdo una intervención junto al empresario Francisco Martínez Cosentino en el Programa ADEL que impactó a los participantes. También eran muy esperadas sus participaciones en los seminarios de la Cátedra Mayoral de Mejora Continua junto a Rafael Domínguez de Gor", continúa en su misiva García de Castro.

EMPRESA Y PROGRESO

García de Castro ha ensalzado otras cualidades de López Vargas: "Era un defensor de la empresa como organización que aportaba a la sociedad progreso, pero exigía que cumpliera las leyes y creara valor compartido. La sostenibilidad y el medioambiente era una condición necesaria para crear valor. Consiguió que las ONG mundiales respetaran a Nestlé por su buen hacer en este campo colaborando con ellas con transparencia, mejora continua y compromiso. Le inquietaba mucho el alto grado de tolerancia en el cumplimiento de las leyes que observaba en España, tanto en los niveles altos como en los bajos de la sociedad".

"Las dos enseñanzas que más repetía en sus últimas sesiones en San Telmo eran que la virtud estaba en el centro. Había que ser prudentes para tomar las mejores decisiones y los extremos de los que había que huir eran ser temerarios o pusilánimes. Habría errores y se debía aprender de ellos. El único error grave era volver a cometerlo. Por otro lado, retaba a los empresarios y directivos españoles a confiar en sus empleados. Les proponía cambiar la orden de ejecutar algo por la petición de preguntarles cómo lo harían ellos. Les aseguraba que se sorprenderían", ha destacado el presidente de la Fundación San Telmo.

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