De unos años a esta parte venimos observando un fenómeno que cada vez se produce con mayor antelación cuando el verano empieza a decaer. Hablamos del 'olor' a Navidad en lo comercial que se desprende incluso antes de comenzar el otoño.

Los más madrugadores en esta cuestión, aunque es bien cierto que por necesidad de producción, son los fabricantes de polvorones, que en pleno mes de agosto ya preparan su maquinaria y su personal para abordar la elaboración de estos productos con la antelación necesaria, que suele ser en septiembre.

Además, desde el punto de vista del consumidor, las ofertas de citas tan populares como el Black Friday o el Cyber Monday, ayudan a descargar mucho el coste de los regalos y compras típicamente navideños.

Los retailers juegan también su baza ofreciendo financiación a medida o ventajas por fidelización que los compradores podrán aprovechar de cara a las fiestas de fin de año.

EL EJEMPLO DEL REINO UNIDO

Y todo esto que vemos en España se replica en otros países. Como recoge en su LinkedIn el experto en gran consumo, José Miguel Flavián, Reino Unido es otro ejemplo de esta estrategia comercial.

"A nadie sorprende ya que a mediados de agosto empecemos a ver productos navideños en los lineales. Los primeros en aparecer son, fieles a la cita, las chocolatinas", apunta.

Tal y como recuerda Flavián, la campaña navideña es "la más importante del año, y muchos consumidores la preparan con antelación, e incluso guardan los descuentos que obtienen de las tarjetas de fidelización para gastar en esta época".

Sin embargo, precisa que lo que es "algo diferente este año" es "el empuje que se ve para que los consumidores adelanten el gasto, más intenso que otros años, cuando se empezaba con las promociones de bebidas alcohólicas y hasta noviembre no había mucha más actividad".

Los grandes retailers del país son un ejemplo de ello: "El mensaje de Sainsbury's es algo sutil, y el de Tesco es algo más directo". En todo caso, este experto apunta cómo "los directivos de las cadenas de supermercados tienen que estar preocupadísimos por el impacto que pueda tener en el gasto de las familias la inflación y la crisis del coste de la vida que estamos viviendo estos meses en UK".

Sin duda, el escenario económico actual va a determinar en buena medida las decisiones de los consumidores y la Navidad no escapará a esta tendencia.