Benfood, la división de alimentación del grupo español Tastia Group, entra como proveedor de Mercadona de salsas para pasta refrigeradas bajo su marca Bendita. En concreto, las salsas Carbonara y Funghi Porcini (setas) de la citada marca están ya a la venta en los lineales de estos supermercados en la Comunidad Valenciana y Baleares, así como en su tienda online.
La nueva gama de salsas para pasta Bendita se presentó al mercado en el primer trimestre de este año, y supuso la entrada de esta línea de productos de Benfood en el canal retail, tras más de ocho años de experiencia como fabricante de alimentos para el sector horeca.
Además de las dos salsas que ahora distribuye en Mercadona, la gama completa incluye ocho variedades más, todas ellas elaboradas en base a recetas originales, respetando los procesos y cocinados tradicionales de salsa pesto, grana padano, marinera, boloñesa, trufa, cuatro quesos y carne, y sin ningún tipo de aditivos añadidos.
Según la compañía, este acuerdo supone "una gran oportunidad" para la marca en su estrategia de expansión en salsas, donde se pretende alcanzar el 85% de crecimiento.
ENVASE NOVEDOSO
Estas salsas llegan al consumidor en formato que oscila entre los 150 gr y los 200 grs. y en un novedoso envase Doypack, más seguro, compacto y ligero, que permite un transporte más sostenible y que ofrece ventajas para su almacenaje, manipulación y capacidad de conservación.
"Las salsas para pasta son la familia pionera de Benfood, en la que tenemos más especialización y con la que queremos ocupar un espacio protagonista dentro del retail", afirma Carlos García Barroso, director general de la compañía.
El objetivo de Benfood con este nuevo lanzamiento es consolidarse como uno de los principales proveedores y fabricantes del mercado español e internacional, tanto con su marca Bendita como a través de marca de distribución, señala la empresa.
Además de sus salsas para pasta, listas para preparar en dos minutos en el microondas, o en tres minutos a fuego lento, Benfood produce productos preparados y precocinados típicos de la gastronomía italiana, -pastas, masas, focaccias, carnes y postres, etc.- en su fábrica de Castellón, unas instalaciones con 10.000 m2 de superficie construida, que dan cabida a ocho líneas de producción. La marca cuenta también con un almacén logístico inteligente con capacidad para tres sistemas de almacenaje de acuerdo con las necesidades del producto: seco, refrigerado y ultracongelado.
