La multinacional brasileña Closed Gap, especializada en el desarrollo de productos para el sector de alimentación, ha diseñado un nuevo sensor para la cadena de frío que acompaña al producto desde su origen hasta el punto de venta.

Coldlog es el nombre de este pequeño dispositivo controla constantemente la temperatura, por tiempo indefinido, desde que se haya indicado la temperatura específica.

Este sensor, de un solo uso y no tóxico, puede aplicarse a productos con agua, alimentos o fármacos, se transporta y almacena a temperatura ambiente, es de fácil lectura y puede adosarse directamente al material de embalaje, particularmente en la línea del proceso industrial. Estas ventajas favorecen la mejora de la imagen de la marca y la calidad de sus productos en el mercado objetivo.

Se recomienda su utilización en productos congelados y refrigerados (frutas, pulpas, zumos, bebidas, vegetales y platos precocinados, pastas y helados) y también puede acompañar a pescados, mariscos, carnes y sus derivados.