El estudio 2019 de supermercados que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho público este miércoles y en el que, entre otros datos, señala qué cadenas son las más baratas y las más caras de España para realizar la compra, ya tiene respuesta por parte de uno de los citados en el mismo. Se trata de Sánchez Romero, considerado por la entidad la compañía de distribución alimentaria más cara de España.
Pues bien, la enseña se ha apresurado a salir al paso de estas conclusiones con un comunicado en el que puntualiza algunas cuestiones. En primer lugar, la cadena recuerda que está posicionada en el segmento premium y gourmet, y por tanto ofrece a sus clientes "productos y servicios de alta calidad, personalizados -muchos de ellos únicos-, con una especial diferenciación cualitativa en los productos frescos".
Asimismo, asegura que el citado estudio "es de precios y no de calidades, ya que compara distintas tipologías de productos no comparables". Además, recalca que Sánchez Romero es "el escaparate de las marcas líderes" y explica que el informe "compara productos líderes con marcas propias o primeros precios que cubren la misma necesidad de consumo".
"Trabajamos los productos frescos de mayor calidad del mercado, seleccionando el mejor origen, calibre y en su punto óptimo de maduración. Se trata de aspectos que el estudio no tiene en cuenta y que en Sánchez Romero son un valor añadido fundamental", insiste la compañía.
Por otra parte, los responsables de la cadena indican que el estudio de la OCU "incluye un apartado donde se analiza la competitividad de productos de marca fabricante comparable", capítulo en el que la enseña "apuesta por ofrecer al cliente una correcta relación calidad precio en línea con el resto de supermercados".
Sánchez Romero cuenta con 10 establecimientos en Madrid. La compañía tiene previsto cerrar el ejercicio 2019 con una facturación de 40 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 10% con respecto al año anterior.
