El boicot a productos catalanes es un fenómeno cíclico, casi exclusivamente centrado en el cava, una bebida que años atrás se ha visto en la diana de consumidores en desacuerdo con los movimientos políticos promovidos por los sectores soberanistas catalanes. Sin embargo, nunca hasta ahora había tenido tanto eco en la sociedad española. Esta vez no se habla de “cava catalán” sino de “empresas catalanas”, fundamentalmente del sector alimentario y de forma especial de aquellas cuyos directivos han estado relacionados con el independentismo.

Teniendo las búsquedas de los cinco últimos años en Google como indicador del interés de los consumidores por el boicot, se puede afirmar con rotundidad que su máxima popularidad llegó en la semana del 1 al 7 de octubre de 2017 -donde alcanzó su valor 100-, coincidiendo con el referéndum inconstitucional del 1-0 celebrado en Cataluña. De cero a cien en un mes…

A partir de esa fecha, el interés por el boicot en internet ha ido descendiendo de forma progresiva: la semana siguiente ya se redujo hasta el nivel 28 y en la última semana con datos (del 12-18 noviembre) ha llegado a su nivel más bajo desde entonces (valor 13). Este grado de popularidad, no obstante, sigue siendo muy superior al que se ha ido registrando durante los últimos cinco años: hay que remontarse a finales de 2012 (del 23 al 29 de diciembre) para encontrar un registro cercano (valor 12), coincidiendo con la toma de posesión de Artur Mas.

Durante casi todo 2016 el nivel de popularidad del boicot fue cero y sólo durante unas pocas semanas alcanzó un valor de 1. Hay que remontarse a la campaña navideña 2015-2016 para ver valores de popularidad algo superiores, con picos de 3 y 4.

La semana que arrancó con las elecciones del 27-S, que los independentistas plantearon en clave plebiscitaria, el boicot a los productos catalanes arrancó el mayor nivel de popularidad de 2015 (9).

En 2014, el interés por el boicot se concentró en las fechas prenavideñas, con un pico de popularidad de 6 (semana del 9 al 16 de noviembre). En 2013, su notoriedad también fue escasa, con un pico del 6 (semana del 8 al 14 de diciembre).