La Bodega Carlos Moro abrirá sus puertas al enoturismo. En los últimos meses se han acondicionado sus instalaciones exteriores e interiores para que sus visitantes puedan disfrutar de su visita y de una cata de vinos.

Con esta propuesta pretende convertirse en un "referente cercano y accesible" para visitantes y turistas por su excelente situación geográfica y sus recién adaptadas instalaciones.

La bodega está ubicada en una ladera con excelentes vistas a la localidad de San Vicente de la Sonsierra (Rioja), en un entorno de enorme riqueza paisajística y cultural. La bodega quiere dar a conocer a los visitantes sus viñedos, así como el trabajo que se realiza durante todo el año en el campo.

A través de un elevador acristalado los turistas podrán recorrer cómodamente las diferentes plantas y salas de elaboración de vino para contemplar el proceso productivo enológico. El edificio consta de un diseño con diferentes niveles entre las distintas dependencias de elaboración, crianza, embotellado y expedición que permite el manejo de la uva y el trasiego de los vinos por gravedad y máximo cuidado de la uva.

En el calado subterráneo de 1.200 m2 de superficie, los visitantes tendrán la opción de pasear y disfrutar del descanso del vino en las mejores barricas de roble francés y americano e incluso catar los caldos que  allí descansan. Los visitantes accederán por la tienda y disfrutarán de los vinos en el Wine bar o en la sala de catas.

Además, la Bodega Carlos Moro acaba de lanzar sus Vinos de Finca, una primera selección de los mejores pagos y las mejores barricas en tres de las Denominaciones de Origen más importantes del país que ya se pueden catar durante las visitas.

La bodega ofrece tres propuestas enoturísticas que van desde la visita de una hora a las tres horas y desde los 15 € por adulto a los 40 €.