Carrefour Brasil ha cerrado todas sus tiendas del país hasta las dos de la tarde de este jueves (seis de la tarde, hora española), como señal de respeto tras la muerte de João Alberto Silveira tras la paliza de dos vigilantes de seguridad en su establecimiento de Porto Alegre, que cerrará durante todo el día de hoy.

Además, la compañía destinará todo lo recaudado del 26 y 27 de noviembre a un comité externo de libre expresión sobre diversidad e inclusión que ha sido formado tras el suceso. Esta cifra se sumará a los 25 millones de reales (unos 4 millones de euros) de las ventas del 20 de noviembre, el día nacional de la conciencia negra que coincidió con la muerte del cliente.

La empresa ha anunciado la contratación de unas 20.000 personas al año "respetando la representatividad racial de la población de cada estado del país", de modo que al menos el 50% de los nuevos contratados sean negros. Además, la sociedad ha informado también de que iniciará "la transformación radical del modelo de seguridad de Carrefour", de modo que internalizará sus equipos de seguridad de las tiendas de Porto Alegre con apoyo de ICTS Brasil, una de seguridad privada.

Unas medidas en la línea de lo que ya adelantó el CEO de la compañía, Alexandre Bompard, que anunció tras el suceso el endurecimiento de sus políticas en cuanto a la contratación y supervisión de personal de seguridad.