No se lo pensó dos veces. Óscar, de 36 años, con tres órdenes de búsqueda y captura, protagonizó el pasado 21 de septiembre un violento atraco a un supermercado del paseo Maragall de Barcelona, informa el diario La Vanguardia.

Los hechos se produjeron cuando el establecimiento estaba a punto de cerrar. El atracador accedió al mismo y preguntó al dependiente por un artículo. En segundos le encañonó con el revólver que portaba al igual que a los otros dos empleados y les obligó a permanecer en el almacén del establecimiento.

Como puede verse en el vídeo, el hombre actuó con una gran violencia verbal y gestual, obligando a los trabajadores a tumbarse. Cuando les estaba maniatando con unas bridas, apareció en la tienda la pareja de una de las trabajadoras. Al no encontrar a nadie en el establecimiento llamó con los nudillos al almacén y se topó de bruces con el atracador, al que plantó cara. Durante el forcejeo, este llegó incluso a disparar su revólver, aunque nadie resultó herido. El asaltante golpeó con la culata de la pistola al hombre, lo arrastró hasta el almacén y lo maniató junto al resto de rehenes. Se llevó 2.700 euros.

Llama la atención la violencia y frialdad con la que este atracador actuó, algo poco usual cuando se produce un robo en un supermercado. Lo cierto es que su trayectoria lo dice todo ya que, recientemente, y tras escapar en un descuido de un educador social mientras cumplía condena, protagonizó otro atraco en una sucursal bancaria en la misma zona donde se encuentra el supermercado.

El hombre fue detenido finalmente cuando accedía a la parada de metro de Pubilles Casas, en l’Hospitalet de Llobregat. Durante tres días, la unidad central de atracos de Mossos d’Esquadra blindó las paradas de metro por las que el sospechoso se movía.