Coca-Cola European Partners ha decidido no demandar al Reino Unido por la introducción a partir de 2018 de un impuesto sobre las bebidas azucaradas, según ha explicado la presidenta de la embotelladora, Sol Daurella, en una entrevista al Financial Times que recoge Europa Press.

Aun así, Daurella ha reconocido sentirse "decepcionada" con el Ejecutivo anglosajón por poner el foco del impuesto sobre el azúcar en las bebidas carbonatadas. Pero, en cualquier caso, la embotelladora, que se constituyó legalmente el pasado mes de mayo, incluso va a colaborar con el Gobierno británico en la toma de medidas efectivas para combatir la obesidad.

Con este impuesto, el Reino Unido espera recaudar unos 530 millones de libras (casi 680 millones de euros) que irán destinados a financiar actividades deportivas en los colegios.

La nueva tasa se aplicará a aquellas bebidas con azúcar añadido por encima del límite de 5 gramos por 100 mililitros e impondrá una tasa mayor para las bebidas que superen los 8 gramos por 100 mililitros.