Los mataderos españoles de carne porcina han sufrido críticas severas en el informe reciente del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) del Gobierno mexicano, según publica Vozpópuli.

El SENASICA había enviado un equipo de auditores a España para evaluar el sistema de inspección de carnes de cerdo, así como embutidos cocidos de las especies porcina y aviar, con la finalidad de determinar si se continuaba con la autorización de empresas españolas para exportar productos porcinos a México.

El informe que ha resultado de dicha auditoría arroja resultados devastadores.

De los 24 mataderos españoles de cerdos estudiados, entre los que se incluía a empresas de relevancia como Incarlopsa, Olot Meats, Belloterra, Sierra Mayor Jabugo, Eurocentro de Carnes, Frimancha o Dehesa Barón de Ley, sólo dos empresas superaron la auditoría, lo que ha puesto un gran interrogante sobre la imagen internacional de uno de los sectores estratégicos del tejido empresarial español.

El informe detectó problemas de fraude veterinario y saneamiento en los mataderos. Además, según observaron los auditores mexicanos, existe un déficit de personal veterinario en las plantas de corte, despiece y procesamiento de carne. El personal veterinario no se encuentra presente en las plantas durante la jornada laboral y elabora sus informes basándose en una documentación genérica.

El informe también señala que existen diferencias en la aplicación de la frecuencia y de las actividades de inspección entre las comunidades autónomas.

El informe señala situaciones irregulares en las plantas de corte y despiece. En una de las plantas estudiadas, el personal veterinario oficial evaluó el riesgo de manera documental, sin un conocimiento de primera mano del mismo. Durante su recorrido por las instalaciones, los auditores mexicanos observaron incumplimientos del Reglamento (CE) N° 852/2004. En tres plantas de sacrificio y una planta de procesamiento de carne, se detectó la presencia de material de riesgo específico, lo que constituye una falta grave.

Además, el informe observó que las plantas de corte y despiece no cumplen con las normas de seguridad alimentaria, incluyendo la eliminación de material de riesgo específico y la limpieza y desinfección de las instalaciones y equipos. También se detectó la presencia de materiales inapropiados y de residuos orgánicos no adecuados para el consumo humano.

El Gobierno español y las asociaciones de mataderos todavía no se han pronunciado al respecto.