La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto sus ojos en uno de los edulcorantes más utilizados del mundo: el aspartamo, al que podría declarar como posible cancerígeno.

Este edulcorante, que se encuentra presente en refrescos light como la Coca-Cola, chicles y otros productos alimentarios, ha sido objeto de evaluación por parte del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios, ambos pertenecientes a la OMS y la FAO.

Según fuentes de la agencia, se espera que el próximo 14 de julio se publiquen los informes que revelarán los resultados de dicha evaluación. Hasta entonces, tanto los informes como sus conclusiones se mantienen confidenciales. Será en esa fecha cuando se determine si el aspartamo será considerado como cancerígeno o no.

Sin embargo, las reacciones desde la industria alimentaria no se han hecho esperar. Mario de Quinto, ex vicepresidente global de The Coca Cola Company, ha acusado a la OMS desde su perfil de Twitter de estar "al servicio de las grandes farmacéuticas" y de "dañar injustamente a la industria". El aspartamo es, en palabras del directivo, "uno de los edulcorantes más testados de la historia y aprobado por la FDA y el resto de agencias mundiales".

El aspartamo, junto con la sacarina, es uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo en las últimas cuatro décadas. Hasta el momento, tanto la OMS como la FAO habían afirmado que su consumo era seguro dentro de ciertos límites. Sin embargo, recientemente la OMS ha alertado sobre los posibles efectos indeseados de los edulcorantes a largo plazo, como el aumento del riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos. En consecuencia, ha recomendado reducir su consumo y adoptar una dieta más saludable.