El cambio por el cambio suele tener poco desarrollo y no se pueden hallar muchas más razones aparte de la moda o la tendencia. El camino hacia la sostenibilidad es un cambio que tiene una base sólida y, por tanto, también unas justificaciones que las empresas deben considerar, más allá de utilizarlo como eslogan o como anzuelo para los consumidores.

Los directivos de varias de las empresas de alimentación más importantes de España lo piensan así, tal y como lo han expresado durante el evento ‘Alianzas por la Descarbonización’, organizado por Alcampo. De ese modo, Ana Palencia, Sustainable Business and Communications Director en Unilever, defiende que para conseguir resultados de verdad se necesita “alinear y enfocar todas las actividades y procesos productivos”.

El objetivo de Unilever es alcanzar las cero emisiones netas en 2039, para lo que la compañía se ha fijado en todos los puntos del proceso. “Cómo se fabrican los productos, cómo se transportan, cómo el consumidor hace uso de ellos y también qué pasa con los residuos cuando se consumen”, enumera Palencia.

En particular, la directiva de Unilever cita el trabajo que la empresa está realizando con los productores para reducir las emisiones en una media del 22%. Por otro lado, existe una razón egoísta y es que el consumidor prefiere las empresas sostenibles. “El consumidor no va a comprar nuestros productos si no hacemos las cosas bien y tenemos evidencia de que las marcas con propósito crecen y las compañías con propósito perduran”, concluye Palencia.

En esa línea se expresa también Rafael Juan, CEO de Vicky Foods. “Nos lo demandan nuestros consumidores”, destaca el directivo. “Son perfectamente conscientes y sensibles al cambio climático, al aumento de la temperatura y a la calidad del aire”, dice Juan de los consumidores. Asimismo, explica que también hay un convencimiento propio de apostar por la innovación y la sostenibilidad, dado que “las empresas del futuro serán innovadoras y sostenibles”, afirma.

En el caso de esta compañía, se han tomado acciones como instalar paneles solares, con una inversión de 2 millones de euros, y también gestionar de manera eficiente el agua, la energía y los residuos. Según Juan, la inversión en energía fotovoltaica es la principal medida del grupo para reducir su impacto medioambiental.

Por su parte, Toni Font, director general de Euromadi, apunta que el propio sector agroalimentario es el más interesado en avanzar en esta línea. “Todo lo que el sector avance, hará menos necesaria la regulación”, reflexiona: “Estaremos de acuerdo en que es mejor ser proactivo que ser legislado”.

En su opinión, los efectos del cambio climático ya se hacen visibles, con fenómenos meteorológicos adversos más frecuentes y temperaturas más altas de lo normal. “A medida que los efectos del cambio climático se hacen más evidentes, va a ir exigiendo mayor proactividad y compromiso”, asegura Font.