La multinacional suiza Nestlé, líder mundial en el sector de la alimentación, obtuvo un beneficio neto de 9.300 millones de francos (9.400 millones de euros) en 2022, un descenso interanual del 45,2%.

Las ventas de la compañía ascendieron pese a ello un 8,4% el pasado año en relación con el anterior, hasta totalizar 94.400 millones de francos suizos (95.600 millones de euros), una cifra que además se redujo un 0,9% debido a las variaciones en el mercado de divisas, informó hoy la compañía.

Por su parte, las ventas locales alcanzaron los 1.469 millones de euros, un 3,9% más en términos comparables respecto al 2021.

Nestlé "logró un crecimiento orgánico sólido" en un año "de muchos desafíos y difíciles decisiones para muchas familias, comunidades y negocios, en medio de tasas de inflación sin precedentes, presiones en los costes de vida y tensiones geopolíticas", señala en el informe de resultados el consejero delegado de la firma, Mark Schneider.

La multinacional prevé que en 2023 las ventas frenen ligeramente su crecimiento, hacia una tasa de entre el 6 % y el 8%, y que las ganancias por acción aumenten entre un 6% y un 10%.

Más a medio plazo, la compañía busca mantener el incremento de ventas de un dígito hasta 2025 y que el aumento del 6 % de ganancias por participación se mantenga en ese periodo de tres años.

A la vista de los resultados, Nestlé propondrá en la asamblea de accionistas del 20 de abril un dividendo de 2,95 francos suizos (2,99 euros) por acción, lo que supondrá un aumento del 5,3% con respecto al año anterior y 63 años consecutivos en los que la firma ha mantenido o incrementado su retribución.

Nestlé informó también de que su deuda neta ascendía a 48.200 millones de francos (48.800 millones de euros) a finales de 2022, un aumento del 46% con respecto al año precedente.