La Unión Europea ha abierto una investigación antimonopolio en relación a la adquisición de Kellanova por parte de Mars.

El acuerdo, cerrado por un total de 36.000 millones de dólares, ha despertado los recelos de las cadenas de supermercados europeas, que han transmitido sus preocupaciones al organismo regulador en busca de respuestas.

En concreto, los retailers del Viejo Continente temen que la operación ponga al fabricante, que concentraría una facturación anual de 52.000 millones de euros, en una posición de excesivo dominio de mercado.

Mars, dueña de marcas como M&Ms y Snickers, no ha ofrecido alternativas en aquellos mercados en que la Comisión Europea observa una alta concentración, aseguran fuentes de Reuters.

Poul Weihrauch, director ejecutivo de Mars, había anticipado con anterioridad que no esperaba problemas regulatorios, dado que los negocios de Mars y Kellanova "son complementarios".

Kellanova, dueña de Pringles y de varias marcas de snacks, se escindió de Kellogg en 2023.

En Estados Unidos se prevé que la operación reciba su aprobación en los próximos meses. En Europa se espera que la investigación preliminar concluya el 25 de junio.