La facturación por servicios de outsourcing de tecnología de la información (TI) alcanzó los 5.630 millones de euros en 2017, el 4,7% más que el año precedente, según datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

El objetivo de afrontar las innovaciones necesarias, la reducción de costes y la mejora de la calidad de los servicios destacan entre las razones que explican la creciente externalización de determinadas áreas de carácter tecnológico.

En concreto, el outsourcing de gestión de infraestructuras se mantuvo como el principal segmento de actividad, habiendo generado unos ingresos de 2.655 millones de euros, el 47% del volumen de negocio total. La gestión de aplicaciones absorbió el 38% de la facturación total, mientras que el outsourcing de procesos de negocio (BPO) supuso el 15% restante.

Por su parte, la facturación a clientes ubicados en España experimentó en 2017 un incremento del 5% (dos puntos y medio más que en 2016), hasta los 4.625 millones de euros. Por el contrario, la prestación de servicios a empresas en el extranjero mostró una ralentización en su crecimiento, que se cifró en el 2,6%, hasta alcanzar los 1.005 millones de euros.

La demanda privada, y en particular los sectores financiero y de telecomunicaciones, continuaron mostrando una tendencia de crecimiento. Por el contrario, la facturación al sector público por servicios de outsourcing disminuyó de nuevo durante 2017.

Este análisis prevé que el proceso de transformación digital emprendido por las empresas españolas y el desarrollo tecnológico en áreas como cloud, movilidad, big data, inteligencia artificial, robotización y machine learning seguirán impulsando a corto plazo la actividad de las empresas del sector.

Las cinco primeras empresas por volumen de negocio derivado de la prestación de servicios de outsourcing alcanzaron en 2017 una cuota de mercado conjunta del 60,5%, mientras que las diez primeras reunieron el 81,4%.