Unilever España ha alcanzado una facturación consolidada de 553,3 millones de euros al cierre del ejercicio 2022, lo que supone el 13% más con respecto a 2021. Asimismo, esta cifra es la más elevada desde 2015.

El incremento estuvo protagonizado por sus productos de alimentación (comercializa marcas como Knorr, Hellmann's, Ben & Jerry's o Frigo), cuyas ventas crecieron hasta los 360,5 millones, según sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil que recoge Cinco Días.

La compañía destaca un entorno económico de 2022, marcado por el aumento en los costes de los productos que vende, que provocaron "un crecimiento por mayores precios, pero que, contrariamente a lo esperado, no ha desembocado en una disminución similar del volumen de ventas", al menos en el canal horeca, que no sufrió esas subidas.

CUIDADO PERSONAL Y HOGAR

En cuanto a los productos de cuidado personal y del hogar, la la filial española reconoce un "comportamiento dispar", "con una disminución acusada en productos de limpieza y detergentes, mientras que en categorías como desodorantes se ha producido un notable crecimiento". La firma es propietaria de marcas como Rexona o Mimosín.

Sobre 2023, añade que el incremento de los costes ha provocado que sus precios de venta se sigan "actualizando", aunque estima que ese encarecimiento se ralentice.

En 2022, los costes por aprovisionamientos se elevaron el 13%, mientras que las partidas que forman parte del resto de gastos de explotación, como suministros, publicidad o cánones lo hicieron el 18%.

De esta forma, su resultado de explotación se redujo el 13% hasta 16,1 millones, mientras que el beneficio neto fue de 14,1 millones, el 5% inferior. Aunque la compañía no destinó la ganancia a dividendos, sí aprobó una retribución extraordinaria de 12,5 millones con cargo a reservas a finales de 2022, elevándolos a su matriz.