Gran parte del desperdicio alimentario se produce a causa de las fechas que los envases llevan impresas. Se trata de una medida bien intencionada que, por desconocimiento general, acaba resultando contraproducente.

La explicación es que los consumidores no siempre consiguen distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. Por los problemas que causa esta confusión, Jorge Jordana, especialista en Alimentación, defiende eliminar la fecha de consumo preferente, algo que algunos distribuidores británicos han empezado a hacer.

"Parece que empieza a ver la luz del final del túnel", dice Jordana en un reciente post en LinkedIn. Haciendo referencia a un artículo en una web china especialista en el sector, señala las iniciativas de Waitrose, Sainsbury's y Marks & Spencer, que han retirado las etiquetas de consumo preferente de las frutas y verduras preenvasadas.

"Parece que los británicos van eliminando las sandeces legislativas propias de la UE, como la edición genética o ésta", recalca el experto. Se trata de una legislación que se puso en marcha en 1983, cuando Los Verdes alemanes propusieron situar estas fechas de consumo preferente.

"Esas cosas se sabían, pero la política de infantilización de nuestra sociedad les llevó a imponerla", subraya Jordana. La propia FAO señala en el artículo que la fecha de consumo preferente tiene una gran responsabilidad en el desperdicio de alimentos, si bien en Estados Unidos existen regulaciones diferentes en cada estado.

Este primer paso en el Reino Unido, recién independizado de la Unión Europea, abre la posibilidad de que se tome nota en el territorio comunitario. "Esperemos a ver cuánto tarda la Unión Europea en suprimirla (la fecha de consumo preferente)", reflexiona. Así, Jordana recuerda un refrán para resumir la situación: "Los listos y los tontos hacen lo mismo, solo que los listos lo hacen antes".