Amazon sigue coqueteando con la idea de abrir una cadena de supermercados con tiendas físicas que estarán centradas, sobre todo, en la venta de productos como leche, carne, pescado y frutas. Hay que recordar que la compañía ya cuenta con algún establecimiento dedicado a la venta de libros.

Según informa The Wall Street Journal citando fuentes cercanas al gigante online, los clientes también podrán realizar pedidos en teléfonos inteligentes o pantallas táctiles de productos no perecederos, los cuales podrían ser entregados el mismo día.

Estas tiendas estarían reservadas a los clientes del servicio Fresh de Amazon en Estados Unidos, quienes reciben pedidos de productos frescos en el mismo día pagando una cuota de 15 dólares al mes.

Amazon también se plantearía la opción de incluir el servicio Drive, para que los consumidores hagan las compras vía online y puedan recogerlas en las tiendas directamente con su vehículo.

Tal y como suele suceder, la propia Amazon, consultada por el medio citado y por la agencia AFP, no ha querido hacer comentarios "sobre rumores y especulaciones".