Lidl avanza en su entrada en Estados Unidos. La compañía anuncia que establecerá su sede en Arlington (Viriginia) y abrirá una oficina regional y un centro de distribución en Spotsylvania, en el mismo estado.

En total, la alemana invertirá 202 millones de dólares (178,7 millones de euros) en la puesta en marcha de su negocio americano, de los que 68 millones de euros se destinarán a sus oficinas centrales de Arlington y 110 millones al centro de Spotsylvania. La apertura de estos centros creará 700 puestos de trabajo (500 en Arlington y 200 en Spotsylvania).

Lidl no ha anunciado aún la fecha de inicio de la actividad ni tampoco el número de tiendas que abrirá. Aunque, según su plan inicial, se prevé que la compañía aterrice en Estados Unidos con un centenar de establecimientos en 2018.

De esta manera, Lidl tratará de paliar el avance de su rival Aldi, quien ya cuenta con 1.400 tiendas en el país y que, según anunció hace unos días, abrirá sus primeros establecimientos en el sur de California en marzo del próximo año.

Actualmente, Lidl opera con cerca de 10.000 tiendas en 26 países de Europa.