Os traemos una historia curiosa. Una que nos habla respecto a la nueva tecnología que está aterrizando en el retail, que parece siempre perfecta, pero no lo es. Tiene como protagonista a Fabio (no busquen el apellido), que se ha convertido en el primer robot humanoide del mundo despedido en un supermercado por una simple razón: "Es incompetente".
Verán que Fabio es muy parecido a Romerito, de Sánchez Romero; y a Pepper, de Carrefour. Son sus primos hermanos. En el caso de Fabio ha sido diseñado por la Universidad Heriot-Watt y su primer empleo era como dependiente en una tienda de alimentación de Edimburgo (Escocia). Empezó bien, pero poco a poco se 'relajó' hasta provocar su despido...
El supermercado en cuestión se llama Margiotta Food & Wine y quiso contar con Fabio como gran atracción entre los clientes. Lo consiguió. El robot saludaba a quienes entraban, chocaba incluso las manos e informaba sobre cualquier duda que tuvieran los compradores. Su fama era tal que hasta salió en un documental de la BBC. Sin embargo, de la emoción inicial se pasó a la decepción después de que Fabio empezará a dar información imprecisa a los clientes, tuviera problemas a la hora de escucharlos (el ruido ambiente no le ayudaba) o experimentara dificultades para acompañarlos en la tienda.
"Nadie sentía que su puesto de trabajo estuviera amenazado por su presencia"
Sus dueños le relegaron a una sola posición, la entrada de la tienda, limitando sus funciones, pero aún así molestaba a los clientes. La mayoría lo evitaba.
Es por ello que los dueños del establecimiento decidieron devolver a Fabio a la Universidad por su incompetencia. Se quitaron un problema, pero descubrieron otro: los empleados empezaron a echarle de menos. "Nadie sentía que su puesto de trabajo estuviera amenazado por su presencia", dice el director de investigación de la Universidad.
Esta historia no deja de ser una mera anécdota, si bien demuestra que la tecnología tiene aún mucho desarrollo por delante. Más vale esperar a que su funcionamiento sea perfecto... Los dueños del supermercado dejaron una reflexión final al Daily Mail: "Es posible que los robots puedan ayudar en funciones de almacén, pero dudamos de que alguna vez eliminen la necesidad de interacción humana".
