En Trendrinks / FoodRetail acabamos de visitar la destilería que Monkey 47 tiene en plena selva negra alemana.

Es difícil explicar en pocas líneas cómo una empresa con tan sólo nueve años de vida ha podido llegar a conocimiento de los consumidores de ginebra más sibaritas del planeta, habiendo sido considerada por el crítico de vinos estadounidense Robert Parker como la mejor ginebra que ha probado.

Llama la atención su original botella, la alta calidad de sus ingredientes (¡record de 47 botánicos!) y una imagen corporativa muy cuidada que sin duda están convirtiéndola en una marca de culto. Un storytelling magnífico aporta el bouquet necesario este joven pero apasionado proyecto cuya fórmula original se atribuye a un teniente coronel inglés llamado Montgomery "Monty" Colins.

Destinado a Berlín después de la Segunda Guerra Mundial, Monty ayudó a la reconstrucción de su zoológico, llegando a patrocinar a un mono garza con el nombre de Max. Luego se mudó a la región norte de la Selva Negra, donde abrió una casa de huéspedes bajo el nombre de "El mono salvaje". Nostálgico de las antiguas tradiciones británicas, entre las que destaca un buen vaso de ginebra, desarrolló una receta de base natural y regional de ginebra de la Selva Negra: enebro, agua pura de manantial y una variedad de ingredientes herbales especiales.

Hace poco más de diez años, durante la renovación de la citada pensión, hallan una botella de ginebra con una etiqueta artesanal con la inscripción ‘Max the Monkey-Schwarzwald Dry Gin’, así como una carta en la que Montgomery Colins explicaba su receta. Así fue cómo Alexander Stein y Christoph Keller pudieron dar vida a la fórmula original y crearon Monkey 47.