Bodega Pirineos, perteneciente al Grupo Barbadillo y fundadora del origen Somontano, ha presentado la nueva cosecha de su vino joven Alquézar Rosado. La firma vitivinícola lleva elaborando este vino desde 1990 y “cada año ha ido aumentando su expresión y su finura, convirtiéndose en un vino suave, con esa ‘chispa’ que le hace especial y que le otorga el carbónico propio de su fermentación”, explica la compañía.
Alquézar Rosado se elabora con dos variedades de uva: Tempranillo, que representa el dulzor, la fruta en sazón, los aromas de chucherías, las gominolas y las cerezas y la uva Cabernet Sauvignon que proporciona la parte fresca, el regaliz rojo, el pimiento rojo, el balsámico y la hierbabuena. Ambas se elaboran por separado y fermentan en las condiciones adecuadas para resaltar sus cualidades. La botella luce un diseño fresco y juvenil.
Este vino cuenta con su propia campaña de promoción y publicidad denominada Pink Explosion, en la que se apela a un público adulto joven. Por este motivo, se han utilizado códigos más atrevidos, recurriendo al color rosa para recordar la tonalidad de este vino.
CRECIENTE DEMANDA DE ROSADOS
Pirineos recuerda la “creciente demanda” en el consumo de vinos rosados de calidad. “Los nuevos consumidores y los consumidores menos conservadores, que cada vez abarcan mayores franjas de edad, van en busca de vinos frescos, frutales y fáciles de beber, pero siempre bajo una oferta de diferenciación y de calidad”, apunta.
La Denominación de Origen Somontano ocupa el sexto puesto del ranking en la comercialización de vino rosado entre las 65 Denominaciones de Origen que hay en la actualidad en España. Este dato cobra especial importancia atendiendo a que el peso global de dicha denominación sobre el resto es de sólo un 1% por volumen total comercializado.
Actualmente, la Bodega vende en torno a las 400.000 botellas anuales bajo la marca Alquézar, que se distribuyen en el mercado nacional e internacional.
Jesús Astrain, enólogo de la firma, destaca de esta añada 2017 “su aspecto rojo intenso, alegre y desenfadado y adornado con la tonalidad propia de su juventud”. “Resalta su aroma a frutos rojos y cereza picota, con fondo fresco y goloso a la vez. Le acompaña una aguja muy bien integrada que le concede un paso en boca muy resuelto y lo convierte en un vino inconformista a la vez que lo hace tremendamente sensual... un seductor destacado y atractivo para todos los públicos”, explica este experto.
