El sector del cava está haciendo ya sus previsiones de cara a cerrar el año y con la vista puesta en la campaña de Navidad, en la que se concentra entre el 30% y el 40% del total de sus ventas. En concreto, las estimaciones pasan por concluir el ejercicio con unos 250 millones de botellas vendidas en los mercados nacionales e internacionales, cifras similares a las de 2017, informa Efeagro.
El expresidente del Consejo Regulador del Cava, Pedro Bonet, denunció en la memoria de 2017 de esta entidad que, de no haber sido por el "boicot" a los productos catalanes el ejercicio pasado habría sido "brillante". Bonet reconoció entonces que la "ruidosa campaña mediática" motivada por las "turbulencias políticas" en Cataluña había tenido un efecto negativo en las ventas del último trimestre del año, al tiempo que ralentizó el crecimiento en el mercado nacional.
El estancamiento del consumo de cava se explica desde el sector por la creciente competencia de otros espumosos
Por su parte, este año, el presidente del Institut del Cava, Damià Deàs, ha precisado que no se ven señales de boicot y explica el estancamiento del consumo de este producto en España como consecuencia de la creciente competencia de otros espumosos. Por su parte, la firma Codorníu ha avanzado que espera un crecimiento de sus ventas navideñas este año que rondará el 4%.
"Creo que el descenso del cava hace seis o siete años pudo verse afectado por el boicot, pero ahora lo que pasa es que las bodegas han abierto sus denominaciones a los espumosos y, poco a poco, han sacado productos de calidad", explica al respecto.
La industria del cava centra sus esfuerzos en desestacionalizar el consumo de esta bebida
Deàs asegura que en otras partes del mundo el consumo de cava está más desestacionalizado que en España (muy asociado a la Navidad), y que los esfuerzos de la industria se centran en introducirse en nuevos momentos de consumo, como el aperitivo o entre horas.
