Osborne alcanzó en 2017 unas ventas netas de 233 millones de euros, el 8% más que en el ejercicio precedente, y un beneficio de explotación (Ebitda) de 41,5 millones de euros, que supuso una subida del 14%, informa la compañía tras aprobar, en Junta General de Accionistas, las cuentas del pasado año.

La propietaria de Cinco Jotas, Carlos I, Nordés Gin y Montecillo, ha puesto de relieve los "hitos" de negocio más relevantes de 2017, entre los que destaca, en primer lugar, el crecimiento de las citadas marcas propias que son "categorías estratégicas" para la firma. En concreto, todas ellas han superado "ampliamente" los resultados del año anterior, permitiendo compensar la caída provocada por la finalización de los contratos de distribución de Monster Energy Drink y Ron Santa Teresa, precisa la empresa.

Asimismo, Osborne ha destacado el "buen desempeño" de las marcas de terceros, sobre todo, Brockmans Gin, Passport Scotch Whisky y 100 Pipers, a las que recientemente se ha unido el ron Flor de Caña.

Igualmente alude al "foco en la mejora continuada del route-to-market", tanto en el mercado doméstico (con el refuerzo de la red comercial propia) como en los mercados internacionales (donde se han consolidado las relaciones con los distribuidores más importantes).

Finalmente, la compañía ha hecho hincapié en la consolidación del "relevo generacional" en el Consejo de Administración, con Ignacio Osborne como presidente y Fernando Terry como consejero delegado, y el refuerzo del equipo directivo, con el fichaje de Bill Derrenger como director general y la posterior renovación del Comité de Dirección.

Ignacio Osborne, presidente de la compañía, ha afirmado que los resultados del 2017 "consolidan la apuesta de Osborne por sus marcas premium, por la internacionalización y por la distribución selectiva en España de marcas de terceros".