Después de un año sin feria por la pandemia, y con un retraso de dos meses sobre su horario histórico, he acudido de nuevo a la hasta ahora feria más importante en el mundo de la comercialización de las frutas y las hortalizas frescas.

Fruit Logística ha tenido menos stands, 2.100 frente a 3.300, con algún pabellón menos y otros no tan ocupados. Quizás es bueno resaltar que los últimos años nos hemos quejado de cierto agobio y aglomeración que evidentemente no hemos tenido en esta edición. Ello nos permite tener más tranquilidad y tiempo para mirar, captar novedades y hablar.

El primer día de la feria fue netamente más tranquilo en cuanto a visitantes; sin embargo, el miércoles casi se puede hablar de un nivel similar al del último año y el tercer día, como otros años, fue de trámite.

Se  ha hablado mucho sobre el desarrollo de la comunicación digital a través de reuniones y seminarios, y es evidente que la pandemia nos ha demostrado su utilidad. Todos hemos participado en conversaciones, webinars y otros tipos de encuentros digitales que hace un par de años no podíamos imaginar. Pero, por otro lado, también es evidente que el encuentro personal aporta otro tipo de sensaciones y cierta ansía de regreso a la normalidad. Y hablando en términos de ferias internacionales del sector Fruit Logística 2022 lo ha conseguido, al mismo tiempo y en la misma semana que Alimentaria lo ha hecho en Barcelona.

Desde el punto de vista geopolítico, en la feria flotaba la guerra de Ucrania, ya que para todo el sector tiene muchas repercusiones, como el encarecimiento de los fertilizantes, de la energía y, en efecto dominó, de embalajes y otros componentes necesarios. Pero, por otro lado el cierre de Bielorrusia y la incapacidad actual de Ucrania para mantener sus ritmos de importación alteran el panorama general de distribución no solo de productos europeos sino de los procedentes de ultramar que ahora no tienen la ubicación prevista.  Es pronto evidentemente para calibrar todos los factores, máxime cuando no podemos hablar de visos de acabarse la guerra como tal a corto plazo, por lo que tenemos que prepararnos para una situación complicada durante los próximos meses.

Todo ello no ha impedido que la feria aportara un grado de normalidad a las relaciones comerciales, que se fueran desarrollando a su ritmo.

Como era de esperar, no había ningún stand de Rusia ni de Bielorrusia. Sí que lo había de Ucrania, pero no era un stand montado a última hora en plan de apoyo al agredido. La conversación con el director de la feria me aporto una información exacta que  interesaba: El stand de Ucrania estaba reservado por el Ministerio de Comercio ucraniano desde hacía casi un año, ya que esperaban estar en la edición inicial de febrero y simplemente se retrasó dos meses por la nueva ola de Covid-19. Y allí estaba con una representación de diferentes empresas productoras de manzanas, arándanos, setas, etc. Este vídeo nos lo remarca.

La primera Fruit Logistica en Berlín fue en 1993, en una ciudad que aún estaba recuperándose de la caída del Muro y la feria empezó como un pequeño apéndice de La Semana Verde. La idea inicial de Günter Schweinberger de imaginar que las frutas y hortalizas eran capaces de construir una gran feria, abandonando la pequeña sección de frescos que por aquella época tenía Anuga en Colonia, el tiempo ha demostrado que era totalmente correcta.

La competencia de Fruit Attraction en Madrid

Desde el primer año la he visto crecer e incorporar productos, servicios, cambiarse de fechas de la semana, cambiar estrategias, pero siempre ha seguido adelante, a pesar de la importancia que ha tomado Fruit Attraction en Madrid, que, con toda lógica, le ha quitado una parte de protagonismo. Era lógico que si España, líder mundial de la exportación hortofrutícola, acertaba el lugar y la fecha, Madrid se convertiría en un punto clave de encuentro del sector a nivel mundial.

Madrid a principio de la campaña los primeros días de octubre y Berlín a mitad de la misma los primeros días de febrero se convierten en enclaves de todo el sector productor, mayorista, minorista y auxiliar. Veremos cómo van las próximas ediciones, pero estoy convencido de que, salvo alguna gran fuerza mayor, ambas recuperarán el movimiento pre pandemia.

La explosión del arándano, 12 meses en el lineal

Sin embargo, ha habido un detalle de la feria que me ha impactado de forma singular: Fruit Logistica 2022 para mí ha sido la feria del arándano. Su explosión ha sido evidente. Ha sido el producto más presente. Más de lo que nadie nunca podía imaginar: todas las empresas españolas de Huelva y algunas de otras provincias, muchos países de ultramar (Perú, Chile, etc.), muchos europeos (Polonia, Serbia, Macedonia, Kosovo, etc.). Curiosamente, la mitad de las empresas del stand de Ucrania ofrecían también arándanos.

Su aparición y consolidación en la dieta europea y mundial no para. Aparentemente el gran ganador en kilos de los últimos años ha sido el aguacate, pero creo que, en términos económicos, pronto certificaremos que le sigue de cerca, y pisándole los talones, el arándano. Los avances genéticos en variedades que se ajustan bien a muchos países de muy diferentes latitudes, de la mano de empresas especializadas en genética del producto como Fall Creek entre otras, o empresas integrales como Driscolls, están posicionando el producto doce meses al año en el lineal y por consiguiente en nuestras casas. Su resistencia al transporte por su larga vida comercial y sus componentes nutricionales están haciendo el resto

En fin, cuando viajas aprendes, y, si lo haces a una feria con tan gran escaparate para productos, clásicos y nuevos, aún aprendes más.

Como broche  para la presencia española, el gran premio Fruit Logistica Innovation Award (FLIA) ha sido para una cooperativa española, Granada la Palma S. Coop Andaluza, por su tomate AMELA. Desde aquí muchas felicitaciones.

Paco Borrás.