Hoy en día, la concienciación de lo importante que es la alimentación ha tomado cierta relevancia en comparación con épocas anteriores. Pero la alimentación ligada al bienestar es algo que involucra muchas más cosas que simplemente el “comer sano”. De hecho, cada vez son más los estudios que enfocan el estar sano desde un punto de vista holístico o, en otras palabras, como un efecto gracias a una serie de factores y no gracias a un solo factor aislado. Bajo esta visión más completa e integral, se puede decir que, si bien el comer saludable juega un papel importante en la salud, no es lo único que influye.
Para gozar de la dicha que es estar saludable, se deben considerar muchos aspectos y tener en cuenta que lo más importante es sentirse bien con las decisiones que se toman en el camino a estar saludable. Por ello, lo primordial es establecer la meta de que sentirse bien va por encima de cómo se luce y esto, en especial, viene a tener protagonismo cuando se habla de salud mental.
Cuando nos referimos a un estilo de vida saludable como un todo, nos enfocamos en la salud física y la mental. La última ha resultado ser un motivo para realizar diversos estudios, dado que anteriormente no se le prestaba la atención que realmente amerita. Se ha demostrado que las personas capaces de manejar sus emociones de forma efectiva ante las adversidades desarrollan un sistema inmunológico más fuerte y son más saludables. Por ende, la salud mental es la base para tener salud física plena, sin importar la edad.
Al haber tomado la decisión de tener un estilo de vida saludable, es importante hacerse consciente de que hay que hacer ciertos sacrificios y hay que invertir un poco de tiempo y dinero. Esto no quiere decir que se deba cambiar completamente ni de un día para otro la rutina diaria ni las comidas, debe hacerse gradualmente y teniendo en cuenta aspectos para motivarse y poder alcanzar la meta propuesta. Por ejemplo, si de todos los aspectos involucrados en mejorar la salud el realizar algún tipo de actividad física de forma constante es lo que más problemas trae, se deben buscar alternativas que motiven a realizarla siempre y cuando se disfrute; de lo contrario, será una actividad que no podrá ser mantenida en el tiempo.
Otro aspecto que ha demostrado despertar motivación para incrementar el nivel de actividad física es el comprar equipos como bandas elásticas de resistencia o pesas para realizar ejercicio en casa, al igual que vestimenta apropiada. Si bien son inversiones que son un poco costosas, lo mejor es comprar equipos que sean de buena calidad para evitar lesiones, ya que muchas veces la calidad de los equipos es responsable de qué tan bien se hagan los ejercicios. Y si no se puede realizar este tipo de inversión, pero realmente existe el deseo de incorporar más actividad física en la rutina diaria, el considerar métodos de financiación puede ser una buena forma de empezar. En páginas como Moneezy se ofrecen créditos rápidos y préstamos rápidos online con intereses muy bajos o de cero (en caso de ser la primera vez que se solicitan) que pueden ayudar a financiar este tipo de compras sin ningún inconveniente. Sin embargo, debe recordarse que no hay que seguir ningún patrón específico en cuanto a la inversión para una vida saludable, siempre y cuando se tenga un balance entre lo que se disfruta y la salud.
