Siro afronta una semana decisiva para el cierre o la venta de Venta de Baños

Los 200 trabajadores de la fábrica de galletas de Cerealto Siro en Venta de Baños (Palencia) afrontan una semana decisiva en la que se determinará si la propiedad sigue adelante con el cierre de la factoría, o si finalmente vende a algún inversor interesado en mantener la actividad y el empleo.

La empresa no niega la posibilidad del cierre pero tampoco la existencia de inversores interesados en la compra de la fábrica, y que insiste en que se van a estudiar todas las posibilidades siguiendo el itinerario fijado en el plan acordado en junio de 2022.

De este modo, desde Cerealto Siro ni confirman ni desmienten que haya una oferta para la compra de la fábrica de galletas Venta de Baños 1, tal y como ha anunciado este lunes el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, quien ha afirmado que la compañía extranjera que estaba interesada en adquirir la fábrica ya ha presentado una oferta en firme, y lo fían todo a la reunión prevista para el próximo viernes en el Ministerio de Industria.

Reunión a cinco bandas sobre el futuro de la fábrica

Esa reunión, prevista para el próximo viernes 9 de junio a las 12 de la mañana, será decisiva porque sobre la mesa estarán todas las posibilidades.

Todas las partes esperan que la reunión a cinco bandas (Ministerio de Industria, Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Venta de Baños, trabajadores y empresa) aclare el horizonte de la fábrica de Venta de Baños, una de las cuatro que la multinacional opera en Castilla y León y la más antigua del grupo.

Mientras tanto, desde el comité de empresa se están promoviendo reuniones durante la semana con el consejero de Economía y la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, para que les informen sobre la situación y poder tranquilizar a los trabajadores.

“Queremos saber la verdad. Si tenemos su apoyo y si han hablado con alguna de esas empresas. Que nos aclaren si efectivamente hay un inversor aunque no nos digan quién es” ha manifestado a EFE la presidenta del Comité de Empresa, Marimar Rodríguez.

También quieren aclarar las pretensiones reales de la empresa a la que acusan de “falta de transparencia” con los trabajadores e incluso de demostrar un nulo interés por vender la factoría.

El objetivo del comité es llevar una postura unánime a la reunión del viernes en el Ministerio y lograr que la nueva propiedad de Cerealto “no dé por finalizado un proceso que ni siquiera ha empezado”, ha insistido Rodríguez.

El Comité de empresa piden no creen “falsas expectativas”

Mientras tanto han pedido a calma a los trabajadores y “precaución” a las administraciones para que se no creen “falsas expectativas” en un asunto tan delicado, ya que están en juego 200 trabajos directos, muchos indirectos y el tejido económico en el municipio.

No hay que obviar que Cerealto Siro da trabajo a 750 personas en las dos factorías que tiene en Venta de Baños y es la industria más importante de la localidad, como ha señalado a EFE el alcalde, José María López Acero.

“No contemplamos un futuro sin Venta de Baños 1”, ha asegurado López Acero, convencido de que el viernes se puede “dar un vuelco” a la situación y salir de la reunión en el Ministerio con una oferta que garantice la viabilidad de la actividad y del empleo.

Además de saber si hay un comprador interesado, López Acero considera fundamental aclarar las condiciones que impone Cerealto para vender y si de algún modo se puede estar obstaculizando y poniendo “trabas” al proceso de venta.

En cualquier caso, la máxima preocupación en el municipio son los puestos de trabajo en un contexto de despoblación y después de que Venta de Baños haya vivido una reconversión brutal que también afecta a los municipios del alfoz y a la capital, ha manifestado el alcalde.

“Todos nos debemos implicar al máximo para que eso (el cierre) no suceda”, ha zanjado López Acero quien ha insistido en que la pérdida de esta factoría sería un duro golpe para el comercio, la hostelería y los servicios de Venta de Baños.

Precisamente, este lunes hace justo un año, el 5 de junio de 2022, los trabajadores de Siro se concentraban en la plaza del pueblo para evitar el cierre de la planta de galletas sobre la que vuelve a planear de nuevo una fecha de caducidad, a pesar de que no se ha agotado el plazo acordado entonces y que daba dos años de margen (junio de 2024) a la negociación para salvar la actividad y el empleo.

La Junta asegura que hay una oferta en firme

La compañía extranjera que estaba interesada en adquirir una de las cuatro instalaciones que la empresa galletera Siro posee en Venta de Baños (Palencia), concretamente Venta de Baños 1, ya ha presentado una oferta en firme, según ha avanzado este lunes el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.

En una rueda de prensa sobre contabilidad regional, el consejero ha reconocido que ahora solo queda que la empresa Siro “quiera vender y acepte la compra”, de modo que ha demandado “sensibilidad” a la compañía para estudiar en detenimiento esta oferta.

Pese a que el consejero ha reconocido en rueda de prensa que esta empresa ha presentado ya una oferta en firma, fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda consultadas por EFE han pedido “cautela” al tratarse de una operación compleja.

“Quien tiene que vender la empresa es su propietario. Vamos a esperar acontecimientos”, ha expresado el portavoz de la Junta preguntado por sus sensaciones tras reunirse con la dirección de Siro la semana pasada.

“La oferta es firme. Existe esa posibilidad. Esperamos que se tenga la sensibilidad suficiente”, ha insistido Carriedo.

La retirada, la semana pasada, de dos inversores interesados en comprar la planta de galletas de Siro en Venta de Baños (Palencia), llevó a la empresa a anunciar que continuaba “con la hoja de ruta” marcada hace un año, cuando ya anunció el cierre de esta fábrica, según informó recientemente la compañía.

Todo ello pese a que hace un año, en junio de 2022, se llegó a un acuerdo para mantener la actividad en esta planta durante dos años mientras se buscaban inversores que pudieran hacer viable la actividad y el empleo.