El Gobierno ha aprobado este martes un real decreto ley para que, de forma excepcional y debido al impacto de la guerra de Ucrania, las empresas puedan reetiquetar los productos cuya composición han tenido que variar debido a que se ha reducido el suministro de algunas materias primas.
Las empresas, según el Ministerio de Consumo, podrán detallar esta nueva 'reformulación' del producto mientras la disponibilidad de determinados recursos esté comprometida por razones de aprovisionamiento.
Para informar sobre esta variación podrán utilizar etiquetas o pegatinas adhesivas e imprimir por chorro de tinta u otros sistemas equivalentes. El requisito obligatorio es que recojan la información actualizada sobre los ingredientes que reemplazan a los utilizados anteriormente.
Las compañías tendrán que anular la declaración del ingrediente que han sustituido, y seguirán siendo para ellas obligatorio comunicar en todas las etiquetas la presencia de alérgenos.
Consumo permitirá a los operadores y minoristas utilizar instrumentos complementarios a la sobreimpresión de las etiquetas (como códigos QR, páginas web o carteles en el establecimiento de venta) para así informar sobre lo que han modificado, pero estos medios no tendrán que sustituir nunca a la información que es obligatoria en el etiquetado.
Los cambios en el etiquetado han sido avalados por la Comisión Europea el pasado 18 de marzo a través de una comunicación a los Estados miembros, en aplicación del reglamento sobre información alimentaria facilitada al consumidor.
Consumo ya anunció el pasado 17 de marzo medidas excepcionales para facilitar el reetiquetado de los productos afectados por el descenso en las importaciones de aceite de girasol.
Así, según Consumo, el Gobierno refuerza la protección y garantías de seguridad alimentaria de las personas consumidoras en previsión de que, en los próximos meses, esta circunstancia pueda afectar a otras materias primas.
