España lidera Europa en superficie dedicada a la producción ecológica, pero sigue ocupando un modesto noveno lugar en cuanto al consumo de estos productos. Así lo refleja el último informe Producción y Consumo Ecológicos, presentado por la asociación Ecovalia en la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), en un encuentro que ha reunido a expertos del sector, responsables políticos y representantes de la industria alimentaria.

Según los datos del informe, los españoles gastaron una media de 66 euros por persona en productos ecológicos en 2024, lo que supone un incremento de casi el 3% respecto al año anterior. En total, el consumo nacional superó los 3.000 millones de euros, lo que evidencia una tendencia al alza, pese al agotamiento del consumidor después de varios años de inflación.

"El crecimiento es evidente, pero aún insuficiente si nos comparamos con otros países europeos", ha defendido Diego Granado, secretario general de Ecovalia, que subraya la paradoja de que "España siga estando en novena posición en consumo, cuando somos líderes indiscutibles en producción ecológica".

Y es que, con más de tres millones de hectáreas certificadas —lo que representa el 13% de la Superficie Agraria Útil (SAU)—, España se sitúa por delante de Francia, Italia y Alemania. La mayoría de esta superficie se concentra en Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña, donde los principales cultivos son los frutos secos, el olivar y los cereales.

"Esto no es una moda, es la base productiva del mañana", aseguró Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, durante su intervención. Barrera destacó también el potencial que supone la situación agroclimática del país, favorable al desarrollo de un sistema ecológico más sostenible, y apeló a "asumir un rol protagonista en la transición agroalimentaria europea".

El informe refleja también un fuerte dinamismo en el comercio exterior, con un crecimiento del 105% respecto a 2023, especialmente en Andalucía y la Comunidad Valenciana. Estados Unidos se consolida como destino para aceites y vinos ecológicos, mientras que Asia —con China y Japón a la cabeza— continúa ganando peso como mercado de exportación.

La ganadería ecológica no se queda atrás. El sector bovino creció un 18% en 2023, impulsado por la adaptación de la ganadería tradicional y de las razas autóctonas a los principios de la producción ecológica. "Los ganaderos han encontrado una vía de valor y diferenciación que encaja con la sostenibilidad y la identidad rural", apuntó Barrera.

El reto: aumentar el consumo interno

Pese a los avances, el informe advierte de que el consumo de productos ecológicos en España aún es bajo en comparación con otros países del entorno. "Muchos de nuestros vecinos ya regulan mínimos de productos ecológicos en comedores escolares y públicos. En España aún no lo hemos conseguido, y eso lastra nuestra posición", denunció Granado.

Durante la mesa redonda 'El futuro de los alimentos ecológicos en la sociedad actual', los participantes coincidieron en que la reducción de la brecha de precios entre productos ecológicos y convencionales —gracias a los avances tecnológicos y la mejora en la eficiencia logística— será clave para impulsar el consumo.

"La percepción del precio es uno de los principales frenos para muchos consumidores. Pero cada vez hay más competitividad y más acceso", señaló María Segura, representante de Anged. Los expertos señalaron también que la colaboración institucional será esencial para consolidar el consumo de estos productos.

En esa línea, José Miguel Herrero, director general de Alimentación del Ministerio, recordó que se han invertido más de seis millones de euros en campañas de promoción como 'Aquí somos ecológicos', además de apoyar a empresas del sector en ferias y eventos estratégicos.

La jornada concluyó con una degustación de productos ecológicos andaluces, organizada con apoyo de la Junta de Andalucía.