Tras la decisión de cerrar la planta de Apis en Don Benito (Extremadura) y trasladar la producción de tomate a la tambien localidad extremeña de Montijo (ver noticia), el presidente de la compañía, Domingo Fernández, ha asegurado que la idea es “no despedir a nadie y que haya los menos perjuicios posibles, negociando las condiciones de traslado de los empleados”.

El calendario previsto por la empresa supondría el cierre de la factoría de Don Benito en el plazo de unos cuatro o seis meses, informe Efe. “Hay que trasladar las líneas a Montijo y negociar con los trabajadores", ha señalado Fernández, al tiempo que ha recordado que esta factoría genera unas pérdidas anuales de 500.000 euros. “Está trabajando al 28% y es imposible de mantener”, afirma.

En estos momentos, el comité de empresa se encuentra buscando una solución para los 32 trabajadores de Don Benito. Mientras, el presidente de Apis insiste en que la compañía se ha propuesto “mantener los casi 200 puestos de trabajo en total y los 600 indirectos” y añade que la meta es conseguir que la empresa “empiece a ganar dinero para mantenerse".