Food | OCU: Lidl tiene la peor hamburguesa del supermercado

La organización de consumidores le ha dado la peor valoración por tratarse de una "carne pobre en proteína y rica en colágeno, que además presentó problemas puntuales de higiene".

OCU: Lidl tiene la peor hamburguesa del supermercado
OCU: Lidl tiene la peor hamburguesa del supermercado

Las hamburguesas de supermercado son una alternativa barata y siempre tierna a la carne fileteada. Pero ¿hasta qué punto son equivalentes nutricionalmente?, ¿qué otros ingredientes incluyen? ¿cuáles son las mejores? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 16 hamburguesas de vacuno frescas (6 preparados de carne picada y 10 burger meat, que se distinguen por la posibilidad de emplear sulfitos como conservantes) y ha concluido que destaca por su buena relación calidad/precio El Encinar de Humienda. Por el contrario, la peor es la de Lidl raza frisona, "al detectarse problemas de higiene y un alto contenido en colágeno", informa la entidad.

En líneas generales, los resultados confirman que a la carne de este tipo de hamburguesas se le añaden otros ingredientes, como la cebolla, la soja, el arroz o el maíz, cortados tan finos que rara vez se aprecian. Su cantidad suele ser mayor en las burger meat, pero varía mucho: entre el 3% (Hamburguesa Nostra Ternera Selección) y el 40% (Eroski Basik Burger meat vacuno); y es el factor que más influye en el precio final.

En cualquier caso, la calidad de la carne es "al menos aceptable en la gran mayoría" de las hamburguesas analizadas, señala la OCU. Y, a diferencia del análisis de 2013, no se han detectado otras carnes mezcladas, como la de caballo. No obstante, las pruebas también revelan una significativa cantidad de grasa: casi el 14% de media, frente al 6% que tiene un filete de ternera; es decir, más del doble.

Dos de cada tres hamburguesas del supermercado superan los 1,25 gramos de sal

El análisis también revela un alto aporte de sal: 1,46 gramos por 100 g de hamburguesa, de media. Y eso sin contar la sal que llevan las salsas que suelen añadirse luego (como el kétchup o la mostaza). De hecho, dos de cada tres hamburguesas superan los 1,25 gramos de sal a partir de los cuales la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición considera que un alimento tiene un exceso de sal. Por eso OCU recomienda no añadir más durante el cocinado.

En cualquier caso, la organización recomienda priorizar las hamburguesas caseras, "sobre todo porque el consumidor puede elegir y ver el corte de carne directamente en la carnicería". Si se prefiere adquirir una ya preparada en un supermercado es preferible no abusar de las burger meat, puesto que incluyen sulfitos, unos aditivos empleados como conservantes y para mantener el color rojo de la carne. "Es cierto que no se han encontrado en cantidades preocupantes, pero tienen un efecto suma (se acumulan en el organismo) y pueden terminar provocando dolores de cabeza y náuseas en personas sensibles a ellos", concluye.

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