Cuando nos referimos a cocinas industriales, son aquellas cocinas equipadas para la preparación de alimentos en grandes cantidades, bien dentro de espacios gastronómicos en el ámbito de la hostelería como los hoteles o restaurantes, o bien en empresas de catering dedicadas a la preparación de comidas y menús orientados a dar servicios de alimentación a empresas, colegios, universidades, hospitales, etc.

Como cualquier equipación de trabajo, deben cumplir una serie de requisitos, como cumplir con la normativa sanitaria en cuanto la higiene de los alimentos y su preparación, elaboración y distribución, seguir la normativa sobre la extracción y ventilación o ejecutar medidas para el cumplimiento de la normativa sobre seguridad, salud y accesibilidad.

Desde la política, existen diversas opiniones en cuanto a este tipo de cocinas y su legislación. El portavoz del Grupo Mixto en materia de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo, explica que es “imprescindible excluir esas zonas industriales para la implantación de cocinas y, sobre todo, establecer una categoría propia a estas cocinas, que no puede ser la genérica de uso industrial, con medidas muy restrictivas a la hora de implantarlas con el fin de evitar este tipo de conflictos”.

“Decimos al Gobierno municipal que hagan lo mismo que hicimos nosotros en el gobierno de Manuela Carmena con las viviendas de uso turístico, poner coto, regular y restringir la implantación", señala Calvo en un comunicado.

Para el concejal, el Ayuntamiento debe tomarse “muy en serio” este problema de “transformación e implantación de un uso que difícilmente conviven con el uso residencial".

"El Ayuntamiento no ha tomado medidas para regular la implantación de cocinas y no ha hecho lo que le venimos reclamando, impedir la implantación de cocinas en lugares donde domina claramente el uso residencial, donde estas cocinas generan todo tipo de conflictos y problemas con las viviendas, incluso con colegios y equipamientos", destaca el concejal.

JUSTICIA

Un Juzgado de lo contencioso-administrativo de Madrid ha anulado la licencia concedida a las cocinas industriales ubicadas en la calle Alejandro Ferrant 8, junto al CEIP Miguel de Unamuno, en Arganzuela, a partir del recurso presentado por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del centro, según adelanta Europa Press.

El juez expone en el auto que es "indudable" que hay "perjuicios a los vecinos" derivados de la limpieza y tratamientos de residuos; y de la contaminación acústica, dado que el proyecto no ha valorado el ruido provocado por los vehículos y o motocicletas destinadas al reparto de comida a domicilio a establecimientos de restauración, comercios y particulares, y la afección a la movilidad urbana. Los servicios jurídicos del Ayuntamiento están analizando la sentencia.