Las llamadas "terrazas covid", avaladas por muchos ayuntamientos con el objetivo de salvar del cierre a bares y restaurantes, se mantendrán, al menos de momento, pese a las quejas vecinales.
Las quejas, según recoge EFE, van desde el ruido hasta la falta de espacio para aparcar por la invasión de algunas calles por mesas, sillas y estufas de gas, que incluso ha llevado a manifestaciones y a protestas como el movimiento vecinal "Todo al rojo" de Logroño, que colgó de las ventanas ristras de pimientos de este color para mostrar su malestar.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó esta semana una ordenanza de terrazas propuesta por el Gobierno de PP y Cs, que permitirá a las que estén en bandas de estacionamiento mantenerse este año y el próximo, aunque sólo hasta la medianoche y no en las denominadas "zonas saturadas", que incluyen las cercanías de residencias o centros sanitarios.
En otras localidades como Barcelona se han concedido más de 3.600 licencias "extraordinarias" para instalar nuevas terrazas y ampliar las existentes por la pandemia, aunque deberán hacerlo en una terraza en plataforma y el consistorio podrá impedirlo en zonas que considere saturadas.
En Valencia también se autorizaron las ampliaciones de terrazas al inicio de la pandemia y se dieron 670 que estuvieron funcionando hasta el 12 de octubre de 2021, pero desde entonces, no hay ninguna ampliación y las terrazas funcionan como antes de la pandemia y en las mismas zonas de siempre.
