José María Bonmatí, director general de Aecoc, se ha pronunciado en favor de adelgazar el IVA también en carnes y pescados, así como de reducir las tasas administrativas que han aumentado considerablemente durante la última legislatura.
A propósito de las acusaciones recientes de "oligopolio" al sector del Gran Consumo alimentario, Bonmatí ha declarado que "no hay un problema de márgenes de beneficios en la cadena, lo que ha sucedido es una amortiguación de la subida de los precios gracias a la reducción de los márgenes empresariales".
Asimismo, ha añadido que "no sólo estamos lejos de una situación oligopolística sino que existe una diversidad de operadores y de modelos muy amplia".
"Las compañías de distribución alimentaria saben colaborar", ha dicho, "pero compiten profundamente. Fruto de ello es una cadena de suministros muy eficiente que hace innecesario buscar otras fórmulas como el tope a la cesta básica o los supermercados públicos".
Las medidas para amortiguar la inflación
Cuestionado acerca de las medidas más efectivas para amortiguar la inflación, Bonmatí no ha dudado:
"La medida de reducir el IVA en los productos básicos es buena, y gracias a ello estamos dos puntos por debajo de lo que estaríamos de no haberse reducido. Debería ampliarse a sectores como la carne y el pescado, puesto que de lo contrario las decisiones de los consumidores están empeorando en la línea de dietas menos sanas y equilibradas".
También ha tenido algunas palabras para las nuevas cargas de impuestos y administrativas que se han estrenado recientemente y suponen costes añadidos para las empresas.
"El año pasado, la Ley de Residuos, el Decreto de Envases y Reutilización, el impuesto de vertidos, el impuesto sobre envases de plástico (que incluye el impuesto y tasas administrativas adicionales) y las sanciones a causa de la ley de cadena de mercado cargan a las empresas con gastos adicionales. Posiblemente tengan cierto sentido, pero ponen al sector en una posición de desventaja".
Bonmatí ha insistido en que las críticas son algo con lo que el sector debe convivir, y "tiene más que ver con lo que antes llamábamos posverdad que con los datos".
