La cadena especializada en congelados La Sirena ha cerrado su año fiscal 2011/2012 (a fecha de 30 de abril de 2012), con una caída en ventas del 1,5% para un total de 169,4 millones de euros. Por su parte, el beneficio neto se ha situado en 2,6 millones de euros.

La compañía achaca al cierre de cuatro establecimientos y a la agresiva estrategia comercial, con una fuerte apuesta por las promociones, el descenso de ventas sufrido.

Francesc Casabella, consejero-director general de La Sirena, ha comentado sobre los resultados de la compañía que “este ejercicio fiscal ha venido marcado por una creciente presión comercial. Hemos invertido muchos esfuerzos en proyectos de índole operativo y de mejora de la eficiencia para poder seguir siendo el líder en nuestra categoría y dar la mejor respuesta a los clientes”.

En el ámbito financiero, La Sirena ha trabajado para reducir su deuda, de tal modo que hace unos meses alcanzó un acuerdo con el accionista mayoritario, el fondo de capital riesgo 3i, para capitalizar un crédito participativo de 78,5 millones, que permitió reducir la deuda el 40%.

Además, La Sirena ganó en liquidez con un plan de refinanciación alcanzado con un pool de bancos para una inyección total de 6,5 millones de euros.

Con respecto a la expansión, La Sirena abrió el pasado ejercicio dos establecimientos, con un balance neto negativo por los cuatro cierres acaecidos. Su red se sitúa en 241 tiendas. Para el curso 2012/2013, la cadena prevé abrir entre cuatro y seis puntos de venta en sus mercados naturales, Cataluña y Madrid.