La distribución alimentaria encara 2026 como un año de consolidación después de un lustro marcado por crisis y sobresaltos sucesivos. Así lo anticipa Laureano Turienzo, presidente de la Asociación Española del Retail (AER) y el mayor experto del sector en habla hispana, que dibuja un escenario dominado por la conveniencia, la hiperpersonalización y la desaparición práctica de las fronteras entre lo físico y lo digital.

Tras dos años de "consumo de pánico" durante la pandemia y un periodo de ajuste posterior, Turienzo sitúa 2026 como el momento en el que cristaliza el retail hiperpersonalizado, impulsado por la inteligencia artificial. "Será el año en el que mueran los canales", sostiene. En muchos sectores, los viajes de compra serán completamente híbridos, combinando entornos físicos y digitales de forma indistinguible. El cliente, más que omnicanal, será "omnicliente".

En este contexto, dos formatos salen claramente reforzados: el comercio electrónico y las tiendas de conveniencia y proximidad. Ambos comparten un denominador común, la comodidad, que para Turienzo será "la gran ganadora" del próximo ejercicio. El experto apunta a un retail organizado en torno a lo que denomina "círculos de vida urbanos", con surtidos hiperadaptados a los hábitos de consumo de cada entorno. Una "metaconveniencia" que combina cercanía física y conexión digital.

La digitalización de las tiendas físicas se acelerará de forma radical, con un uso más intensivo de la inteligencia artificial y nuevas tecnologías que transformarán también el papel de los empleados en tienda. A la vez, la sostenibilidad dejará de ser un atributo opcional para convertirse en una exigencia básica para la mayoría de los consumidores.

El mapa global del retail también se redefine. China, señala Turienzo, deja de ser solo la fábrica de Occidente para convertirse en el gran creador de tendencias, en una suerte de "ruta de la seda inversa". Los marketplaces, por su parte, tenderán a una ultraespecialización que los convertirá en nuevos "category killers", mientras crecen con fuerza los modelos direct to consumer (D2C) y factory to consumer (F2C), obligando a replantear el papel tradicional del distribuidor.

Pese al avance tecnológico, 2026 también será un buen año para el mundo físico en sectores concretos: conveniencia, supermercados y tiendas especializadas en categorías como mascotas, belleza o bricolaje. Y, como recuerda Turienzo, en un entorno cada vez más digitalizado, "lo más disruptivo seguirá siendo lo humano".