El comercio electrónico dirigido al consumidor creció el 11,3% en España en 2014, hasta los 16.259 millones de euros, según el Estudio sobre Comercio Electrónico B2C 2014 que acaba de presentar el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad (ONTSI).

La cifras son positivas, pero muestran que el crecimiento se ha ralentizado ya que en 2013 se experimentó un incremento del 18% con respecto a las de 2012; y en 2012 el aumento fue del 13,4% comparado con 2011.

El informe refleja que el número de compradores online ha pasado de 17,2 millones en 2013 a 18,6 millones en 2014. Crece también el gasto medio que se sitúa en 876 euros al año, el 11,4% más que el dato anterior.

Con todo esto, el ONTSI crea un perfil de internauta comprador de entre 25 y 49 años, residente en ciudades de más de 100.000 habitantes. Al mismo tiempo que resalta que cada vez son más mujeres, de entre 35 y 49 años, integradas en la clase social baja y media baha y residentes en localidades de pequeño tamaño que se suman al ecommerce.

En cuanto a la regularidad de lad compras, el 63,2% de los encuestados dice no tener una periodicidad fija; mientras que el 10% hace al menos una compra mensual y el 2% recurre al ecommerce todas las semanas. El hogar sigue siendo el entorno preferido por los internautas para hacer sus compras digitales (92,8%). Y el 61,4% se dirige a webs de compra, aunque ganan adeptos las webs de los fabricantes (46,2%).

Por tercer año consecutivo, los sitios web que venden principalmente por Internet se sitúan como principal canal de compra (61,4%), por lo que se mantiene y reafirma el liderazgo de las webs específicas de venta online. A diferencia de 2013, la web del fabricante o producto pasa a ser el segundo canal de compra (46,2%), adelantando a la tienda que tiene establecimiento físico y venta por Internet, que es el tercero (36,7%).

En lo que se refiere a los medios de pago, el 64,1% de los compradores prefiere las tarjetas de crédito y débito como opción a la hora de hacer la compra, mientras que el 25,3% eligen los sistemas intermediarios de pago y el 14,4% el pago contra-reembolso.